La metodología es llamar y avisar del rapto de un familiar cercano para cuya liberación se exige una determinada suma de dinero. Ayer un Arquitecto que vive en la zona de barrios privados fue víctima de esta modalidad delictiva.
Se denunciaron varios intentos de secuestros virtuales en Santa Fe y Santo Tomé en los últimos días
En las últimas horas, al menos siete casos de intentos de secuestros virtuales fueron denunciados en Santa Fe y Santo Tomé. Una de las víctimas de esta modalidad delictiva fue un arquitecto que reside en un barrio privado, a la vera de la autopista Santa Fe – Rosario.
Ayer al mediodía, Mariano Diego recibió una llamada extorsiva cuando se encontraba con su hija; por fortuna solo terminó en eso. «Desde la guardia del barrio privado donde vivo me avisaron que mi esposa se estaba intentando comunicar conmigo y no podía. Mi hija intentó llamarla, pero mi mujer no atendía. Minutos después llamaron a mi celular y me dijeron que tenían secuestrada a mi esposa Marta», relató el profesional en diálogo con LT10.
Aseguró que la persona tenía «acento cordobés» y le pidió que «apague los celulares». «Sentí el llanto de una mujer, que pensé que era mi esposa. Me dijo que junte la plata que tenga, que le pase el número de la tarjeta. Hice todo lo que me pidió», señaló Diego.
«Siempre me tuvieron bajo amenaza», aseguró la víctima. “Luego me pidieron que los llame desde otro celular a un teléfono con característica de Córdoba. Me puse en contacto con ellos y me dicen que ponga la plata en una bolsa de tal color, que nos íbamos a encontrar en la plaza principal de Santo tomé y que iban a liberar a mi mujer más tarde en la autopista», detalló.
Juntó el dinero y antes de dirigirse al lugar pautado, el vecino decidió dar una vuelta por su barrio ante la sospecha de que su mujer podía estar en el lugar. «Ella había dejado su cartera y pensé que, como también es arquitecta, podía estar en alguna de las obras que ella tiene. Antes de llevar la plata, hago 200 o 300 metros y la veo venir en el auto».
Fueron aproximadamente 20 minutos que según señaló Diego, «fueron eternos». «Esto es raro. La policía nos contó que durante esa misma tarde ocurrieron seis casos similares”, agregó.