El ministro de Seguridad prefirió no hablar de asesinatos puntuales sino abordar un «problema complejo» de manera integral y le pidió a la oposición «no sacar mano» sino un diálogo abierto sobre la problemática.
El ministro de Seguridad provincial, Marcelo Saín, señaló este mediodía que «hay un nivel de violencia enorme en la sociedad rosarina» y diagnosticó que esa sociedad «se siente que vive en un cantón suizo y vive en Rosario».
En declaraciones al programa Trascendental, que se emite por La Ocho, y en el marco del asesinato del crimen de un taxista de 57 años -y de un joven que fue apuñalado en Villa Gobernador Gálvez- Saín negó que hubiera «intencionalidad» o sobreabundancia de crímenes de alto impacto y analizó que » hay un nivel de violencia enorme en la sociedad rosarina. La sociedad rosarina se siente que vive en un cantón suizo y vive en Rosario. Y Rosario hace muchos años que viene padeciendo esto. No es un problema de gestión política sino un problema de estructuración social. Acá se roban celulares porque la gente compra celulares, se roban autos porque la gente compra autopartes, hay venta de drogas porque la gente la consume».
Saín agregó que «esto no es un problema de la periferia, es un problema social severo en su conjunto. Esto se puede gestionar? Sí, pero lleva tiempo y contamos con un sistema institucional muy endeble para gestionarlo inteligentemente» y trascartón volvió a reclamar las leyes de emergencia «indispensables para poder gestionar esta situación, que para mí es una situación de crisis».
Al ser consultado puntualmente por el crimen del taxista Gerónimo Escobar, el titular de la cartera de Defensa provincial aclaró: «Me cuesta mucho hacerme el cronista de hechos policiales porque me toca gerenciar un sistema extremadamente complejo, con mucha limitaciones. Para eso está el periodismo. Cada uno de los homicidios tienen una razón muy particular. La mayoría de ellos están en líneas de investigación donde se ha conocido las razones de los mismos. La noticia policial es el muerto.
Por ejemplo asesinaron a dos chicas la semana pasada en zona norte y esos hechos estaban íntimamente ligadas por la disputa de bandas por el control del mercado de drogas. Cuando aparecieron estos hechos de sicariato, porque en rosario hay sicarios, hay mucha gente que vende droga, gente que la compra y hay organizaciones que venden droga. Y esa enorme cantidad de dinero que genera el mercado de drogas hace que se generan las peleas por la disputa entre sectores que gerencian el negocio y son de poca monta. Porque las grandes organizaciones criminales, en sus primeras y segundas líneas, están desarticuladas y en la cárcel»
«No voy a opinar sobre lo que pasó con el taxista porque voy a dejar que avance la investigación en manos del fiscal que es lo que corresponde», abundó.
Saín ingresó luego al aspecto político y consideró vital «un diálogo con la oposición sobre qué tenemos que hacer en este contexto, sin sacarnos mano, dialogando seriamente de hacia dónde tenemos que ir porque el sistema de seguridad pública en Santa Fe es un sistema atrasado normativamente, organizacionalmente, en calidad de recursos humanos, con una policía extremadamente corta, una enorme cantidad de gente con carpetas médicas y psiquiátricas, que yo creo que en gran medida son mentiras, mucha gente en tareas administrativas y poca gente haciendo tareas operacionales de manera extremadamente rústica y con limitaciones materiales».
«Pongamos esto sobre la mesa-destacó el ministro-, acordemos con la oposición un diagnóstico, no nos saquemos mano de quién es responsable de esto y veamos hacia dónde vamos. En cada uno de los homicidios hay un prolífico trabajo de redes, porque hay sectores de la oposición, que son miserables, que se valen de cualquier cosa para sacar mano en esta materia. Ahora, esto fenómeno es un fenómeno de todo el país no de Santa Fe. Nunca haría campaña con el cadáver arriba de la mesa, pero es un problema moral de cada uno».
Luego se negar que a la gestión del gobernador Perotti «le están tirando muertos», Saín consideró que los hechos de violencia de las últimas semanas a la «reconversión» de las bandas delictivas, como la de Los Monos o la de Esteban Lindor Alvarado, «están en la cárcel en la primera y segunda línea».
«Ahora un sector de esa banda -Los Monos- se dedica a la extorsión, un mercado nuevo, a sectores sindicales y empresariales. El negocio histórico de la extorsión al estilo mafia clásica italiana. Se reconvierte el delito, pero ese negocio que antes manejaban las primeras líneas hoy lo manejan pibitos y pibitas rústicas de la tercera línea. Tenés lo que tenés, alto nivel de violencia, porque no son buenos gerentes», detalló Saín.
«La otra cuestión es que metimos presos a tantos policías que protegieron organizaciones criminales que hoy le queda claro a la policía que regentear estar organizaciones les va a costar mucho. Por eso estas organizaciones están totalmente independizadas de la regulación policial, eso se acabó», resaltó.