Lo señaló Alberto Fernández. El mandatario confirmó que la salida del aislamiento social, preventivo y obligatorio será por etapas.
A seis días de terminar la primera etapa de la cuarentena, Alberto Fernández anunció que no se terminará el próximo 13 de abril pero que se permitirá la vuelta al funcionamiento de determinados sectores.
“No vamos a terminar la cuarentena, lo que tenemos que ver es qué tipo de actividades vamos a flexibilizar”, expresó el Presidente en declaraciones a TN. “Hicimos un enorme esfuerzo y no podemos perderlo, estamos sintiendo que estamos un poco mejor, pero tenemos que ir con cuidado”, agregó.
Fernández comentó que mañana por la tarde mantendrá una teleconferencia con todos los gobernadores “para ver en qué lugar estamos y cómo podemos avanzar”. Por otra parte, propuso a la Unión Industrial Argentina, a la CGT y la Cámara Argentina de Comercio “hacer entre las tres instituciones más el grupo de expertos que nos asesoran en materia de infectología, para ir tomando decisiones en conjunto porque lo peor que podría pasar es que con esta idea de algunos de que hay que alimentar a la economía, terminemos enfermando a los argentinos”. “Quiero que lo resolvamos en conjunto y que todos escuchemos a los especialistas”, enfatizó.
“A esos que siempre se quieren apresurar, que quieren avanzar y resolver todo, les digo que la verdad si en una fábrica entra una persona con coronavirus lo que seguramente ocurrirá es que va a enfermar a todos sus compañeros y ahí tendremos un problema mucho mayor”, ejemplificó.
Sobre la vuelta a clases, el mandatario declaró que “seguro no van a volver”. En ese sentido explicó que “hay que cuidar que el transporte público no se llene de gente porque es el canal ideal de contagio. Hay que hacer que el tránsito de personas en la calle y en transportes sea mínimo, sino el riesgo es muy grande”, justificó.
“Tenemos que tratar de recuperar nuestras vidas poco a poco, la actividad económica tuvo un enorme costo por todo esto, eso es cierto, pero lo que hay que ver es qué queremos privilegiar, si que la economía empiece a moverse o que la gente no se infecte. Yo elijo cuidar a los argentinos y que no se enfermen”, insistió Alberto Fernández, quien destacó que “el mundo mira con atención lo que la Argentina ha hecho y algunos nos ponen como modelo de lo que debió haberse hecho en el resto del mundo”.
En ese sentido, sostuvo que el gobierno está “haciendo todo lo necesario para que en mayo tengamos la cantidad necesaria de respiradores para poder atender las situaciones más críticas y estamos esperando que ese mes sea el más complicado. Cuanto más extendamos la cuarentena, más tiempo tendremos para equiparnos”.
A un mes de la aparición del primer caso de coronavirus en la Argenina, se reportaron 1.628 infectados, 53 víctimas fatales y 325 personas recuperadas. “A mi no me gusta cantar victoria porque estamos muy lejos, además entendamos que lo que estamos haciendo es hacer más lento el contagio para poder atenderlo, pero vamos a pasar momentos dolorosos y seguro más difíciles. Tenemos que ser conscientes de eso y por eso no hay que relajarse”.
Sobre las medidas tomadas para mitigar el impacto del virus en la economía, repasó el congelamiento de alquileres y de las cuotas de créditos bancarios hipotecarios, y que “se ha auxiliado con mucho dinero, 380.000 millones de pesos, en créditos blandos para las pequeñas y medianas empresas”. “La preservación de la empresa y del trabajo es central porque va a haber un día en el que esto pare y la vida seguirá”.
Por otra parte, el presidente se refirió a las escenas de caos en los bancos que se vieron el viernes pasado cuando se decidió la reapertura para el cobro de jubilaciones y asignaciones sociales, si bien reconoció que hubo un error del gobierno también sostuvo que “mucha gente vio los bancos abiertos y se volcó a hacer trámites que no tenían nada que ver con el cobro de jubilaciones y eso generó un problema”. “Había un montón de jubilados, además, que no habían cobrado su jubilación, vieron el banco abierto y fueron a cobrarla. Además, hay muchos otros que confían más en ir a la ventanilla y que le den el dinero que ir a un cajero automático. Todo eso nos pasó y nos hizo pasar un trago amargo, pero en 24 horas reaccionamos y ahí el esfuerzo de los intendentes ha sido central”, analizó.
Sobre el impuesto a la riqueza -proyecto que elaboró Máximo Kirchner-, dijo que lo está discutiendo el Congreso. “Un impuesto, no de los que blanquearon sino de las grandes fortunas, podría pensarse”, opinó y recordó que la vez que cenó con Angela Merkel, la canciller alemana le dijo: “Nunca tendí por qué en la Argentina los ricos no pagan más impuestos”. “Tal vez, en este momento los que más tienen podrían apoyarnos un poco más a los argentinos”, concluyó el Jefe de Estado.