La había planteado un acreedor por «parcialidad manifiesta». Lorenzini también designó al rosarino Arelovich como tercer veedor.
El juez civil de Reconquista Fabián Lorenzini completó ayer el trío de veedores en el concurso de Vicentin al designar al que faltaba, el economista Sergio Arelovich, cuestionado por la empresa por su vínculo profesional con la Federación de Trabajadores del complejo oleaginoso. Y al mismo tiempo, rechazó una recusación que patrocinó el abogado Gustavo Feldman de un acreedor de la agroexportadora por supuesta “parcialidad manifiesta” del magistrado ante su “trato frecuente” y amistoso con los directivos del grupo. Un reproche que a juicio de Lorenzini carece de “entidad jurídica”, así que lo desestimó por “improcedente” e “infundado” y giró el incidente a la Cámara de Apelaciones de Reconquista.
A principios de septiembre, Lorenzini había dispuesto nombrar tres veedores-controladores del concurso, a propuesta del Comité Provisorio de Vigilancia, que integran los cuatro acreedores de mayor monto y dos trabajadores. Los designados eran Andrés Shocron, su colega José Luis López Forastier y el tercero, Arelovich, pero el nombramiento de éste quedó pendiente hasta ayer por la oposición de la empresa. El argumento de Lorenzini para demorar el acceso de Arelovich a su cargo era que lo iba a designar “posteriormente”, “conforme a su criterio” y “en la medida del avance de las tareas de veeduría y del plan de trabajo a desarrollar” por los “auxiliares del juzgado”, como los llamó. Vicentin también cuestiona la “auditoría forense” que él mismo ordenó hace semanas a pedido el Comité de Vigilancia y aún no empezó.
Ahora, los veedores deberán informar al juez cuál es la “situación financiera y económica” de la empresa, las “inversiones y actividades proyectadas” para continuar el giro empresario, “el plan de trabajo para los próximos doce meses”, “el estado general de los negocios” de Vicentin y “detectar las unidades de negocios o sectores más vulnerables. Además, deberán analizar la causa judicial y señalar las “posibles situaciones de crisis” por venir y proponer “medidas, informes o requerimientos” que sean necesarios para “el desarrollo de sus funciones en la forma más efectiva”.
Lorenzini rechazó también la recusación que le planteó Feldman por una supuesta amistad con los directivos del grupo, a la que consideró “improcedente” e “infundada”.
Ya el 18 de marzo, el juez había desestimado también otra recusación del abogado de otro acreedor de Vicentin, Lautaro Detone, hoy asesor del presidente de la Cámara de Diputados Miguel Lifschitz. Según Dentone, Lorenzini perdió la “imparcialidad” porque antes de asumir como juez de Reconquista ofició durante años como “abogado del Banco Nación”, el principal acreedor del grupo. El juez consideró que el reproche era “extemporáneo”, “improcedente” e “infundado”.
En esta segunda recusación, Feldman fundó la presunta “parcialidad” de Lorenzini en su trato con el grupo. “Es el juez del pueblo, el pueblo de Vicentin”, ironizó. Y planteó que esa relación de amistad con los directivos del grupo queda a la vista en el “tendencioso ejercicio de decidir el derecho en favor de la concursada y sus accionistas”.
Lorenzini le contestó que “la supuesta parcialidad” que le atribuyó Feldman carece de “entidad jurídica”. “La lógica autorreferencial y retórica del recusador, constituye en sí misma una falacia. Su vacuidad surge de manera palmaria, con solo desandar el líbelo de recusación en el cual se alude, de manera permanente a la propia actuación jurisdiccional pretendiendo de allí inferir -con carácter de indudable- la parcialidad endilgada”, refutó. «El uso de los más fuertes epítetos y descalificaciones» no puede ser «causal de separación» de un magistrado, pues si se admite eso, se «dejaría abierta una vía sencilla para maniobras tendientes a desplazar a los jueces naturales de la causa», agregó Lorenzini al citar a la Corte Suprema de Santa Fe. Y rechazó el planteo por «improcedente» e «infundado».
Rosario12