La operación se venía rumoreando desde hace semanas y finalmente se cristalizó en los últimos días. Los dueños de la agroexportadora quieren vender más activos ante el avance de la Justicia.
Tal como adelantó Ámbito semanas atrás, el Grupo Vicentin comenzó a mover sus fichas de cara al avance de la Justicia penal. En este marco informó ayer que vendió su frigorífico Friar, que tiene dos plantas de producción en la provincia de Santa Fe y más de 20 carnicerías con las que llega directamente al público. Si bien no trascendió el momento de la operación, el comprador fue el fondo de inversión Baf Capital, comandado por el empresario Jorge Frávega.
De esta manera los dueños de Vicentin confirman lo que ya es un secreto a voces en el sector agroindustrial, mientras avanzan diversas investigaciones judiciales por presuntas maniobras de lavado de activos y malversaciones de fondos -que tienen como querellantes al Banco Nación y entidades internacionales como la holandesa FMO- aceleran ventas de activos para esquivar posibles inhibiciones de bienes sobre otras firmas del grupo.
El juez federal Julián Ercolini aplica sobre Vicentin un parámetro diferente al que utilizó en la causa de Oil Combustibles, situación que le fue señalada por el propio fiscal Gerardo Pollicita.
La operación se venía rumoreando desde hace semanas y finalmente se cristalizó en los últimos días. Actualmente, el fondo de inversión que también fue quien inyectó el dinero para que Vicentin pueda comprar la unidad de postres y yogures de SanCor,es uno de los principales acreedores de la empresa agroexportadora y de la cooperativa láctea.
Según indican desde el sector financiero Baf, que tiene su base de operaciones en Holanda, centra su negocio en apalancar compañías del sector agroindustrial, principalmente de la Argentina y a su vez concretar inversiones en activos de alta rentabilidad, además de comprar deuda de grupos en problemas. En este esquema cuaja a la perfección la situación del Grupo Vicentin que hoy tiene a su empresa insignia, Vicentin Saic, en default con deudas superiores a los u$s1.400 millones.
En la práctica, el frigorífico Friar, que factura anualmente alrededor de $1.700 millones y tiene 11.000 empleados, no está bajo el paraguas de la agroexportadora, pero es parte de Vicentin Family Group. Según fuentes cercanas a la compañía, la decisión de venta se tomó ante el actual momento que atraviesa el negocio cárnico: “Había una clara necesidad de inyectarle capital de trabajo para que crezca en exportaciones y Vicentin no podía hacerlo”, detallaron.
Durante el año pasado Friar faenó más de 240.000 toneladas, lo que la ubica en el ranking de las 10 principales industrias procesadoras de carne de la Argentina y alrededor del 85% de su producción tiene como destino el mercado interno e incluso es beneficiaria en el reparto de la Cuota Hilton.
Mientras tanto, otro escenario que se abriría de ahora en más es la posible venta de otros activos altamente rentables del grupo; se descarta la firma algodonera Avellaneda que, a pesar de que volvió a operar, la industria textil no atraviesa su mejor momento.
Concretamente sigue sobrevolando la intención de la agroexportadora Glencore de quedarse con el 100% del complejo agroindustrial Renova dedicado a la producción de biodiésel y molienda de oleaginosas. Claro está que el precio de venta continúa siendo el punto más álgido y por lo que las partes no logran ponerse de acuerdo.