Richmond envió más de 21 mil dosis para ser testeadas en el Instituto Gamaleya como paso previo a su fabricación a gran escala, prevista para junio
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y la empresa farmacéutica Laboratorios Richmond de Argentina anunciaron este martes la producción del primer lote de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V en el país. La empresa bonaerense había enviado un lote de más de 21 dosis de la vacuna para ser testeada en el Instituto Gamaleya y este martes se confirmó la aprobación de calidad del fármaco fabricado en el país.
Desde la cuenta Rusia confirmaron que Argentina “se ha convertido en el primer país de América Latina en comenzar la producción de la vacuna Sputnik V». RDIF y sus socios realizaron una transferencia de tecnología para Laboratorios Richmond. El primer lote producido será entregado al Centro NITsEM N. F. Gamaleya para el control de calidad del medicamento. Está previsto que la producción a gran escala de Sputnik V en Argentina comience en junio”.
Argentina fue el primer país latinoamericano en registrar oficialmente Sputnik V en su territorio. El registro se llevó a cabo a través de una autorización de uso de emergencia (emergency use authorization). La vacunación con el fármaco ruso comenzó en Argentina el 29 de diciembre de 2020. Y una vez producida, será exportada a otros países de América Central y América Latina.
Actualmente, Sputnik V está registrada en 60 países, con una población total de 3 mil millones de personas. La efectividad de la vacuna fue del 97,6%, según el resultado del análisis de datos sobre la incidencia del coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes del fármaco. en el período comprendido entre el 5 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021.
La vacuna se basa en una plataforma probada y bien estudiada de vectores adenovirales humanos y utiliza dos vectores diferentes para dos administraciones durante la vacunación, lo que proporciona una inmunidad más duradera que las vacunas que utilizan el mismo mecanismo de administración para ambas inoculaciones.
Kirill Dmitriev, director ejecutivo (CEO) del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), aseguró: “Argentina fue la primera en América Latina en aprobar el uso de la vacuna «Sputnik V» y comenzó a vacunar a la población con el fármaco ruso. Hoy nos complace anunciar que Argentina también se ha convertido en el primer estado de la región en iniciar la producción de Sputnik V gracias a la asociación entre RDIF y Laboratorios Richmond. Sputnik V está aprobada en más de 10 países de América Latina y Centroamérica, y la producción en Argentina permitirá realizar las entregas a nuestros otros socios».
Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, declaró: “Laboratorios Richmond se enorgullece del apoyo de RDIF y del hecho de que la Fundación recurra a nuestra base científica y tecnológica para producir la vacuna Sputnik V en Argentina. Nuestra empresa hará todo lo posible para garantizar que la vacuna esté disponible lo antes posible para Argentina y para toda la región de América Latina”.
Según precisó el Fondo Ruso, la vacuna «Sputnik V» presenta una serie de ventajas clave:
La efectividad de la vacuna fue del 97,6%, según el resultado del análisis de datos sobre la incidencia del coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes del fármaco en el período comprendido entre el 5 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021.
La vacuna «Sputnik V» se basa en una plataforma probada y bien estudiada de vectores adenovirales humanos que causan el resfriado común y al que la humanidad se ha enfrentado durante milenios.
La vacuna «Sputnik V» utiliza dos vectores diferentes para dos inyecciones durante el proceso de vacunación, lo que crea una inmunidad más sólida en comparación con las vacunas que utilizan un mismo mecanismo de administración para ambas inyecciones.
La seguridad, eficacia y ausencia de efectos adversos a largo plazo de las vacunas adenovirales, han sido demostradas en más de 250 estudios clínicos llevados a cabo a lo largo de dos décadas.
A su vez, aseguraron que la «Sputnik V» no provoca alergias graves.
La temperatura de conservación de «Sputnik V» en un intervalo de +2+8 grados Celsius, permite almacenarla en un refrigerador convencional sin necesidad de invertir en una infraestructura adicional de la cadena de frío.
«Sputnik V» tiene un costo de menos de 10 dólares por inyección, lo que la hace asequible para todo el mundo.
La confirmación oficial surge luego de que el laboratorio argentino Richmond enviara más de 21 mil dosis de la vacuna Sptunik V a Moscú con el objetivo de obtener la aprobación rusa e iniciar la producción masiva en una de sus plantas ubicadas en el partido de Malvinas Argentinas, en la provincia de Buenos Aires. Richmond está a un paso así de fabricar la vacuna en el país.
Los lotes enviados fueron testeados y sometidos a pruebas de calidad en el Instituto Gamaleya como paso previo a su fabricación a gran escala. Este proceso es parte de un entendimiento que se firmó el 25 de febrero entre el Fondo Ruso de Investigación y el laboratorio.
El proyecto no es novedad para las autoridades locales. De hecho, la semana pasada hubo funcionarios que visitaron en secreto la planta bonaerense, entre ellos el ministro de Salud de Axel Kicillof, Daniel Gollán, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Marcelo Figueiras, presidente de Richmond, se encuentra en Rusia junto a su equipo de trabajo para supervisar las pruebas y cerrar los detalles del método de trabajo que podría ponerse en marcha en pocos días.
Recientemente posteó una foto en su cuenta de Instagram: “Hay equipo, pasión, mucho trabajo, emoción y ganas en el Gamaleya Nacional Institute of Epidemiology and Microbiology”, escribió.
El empresario ya había estado en la capital rusa a principios de año para firmar el acuerdo que le posibilitó empezar a fabricar las primeras dosis de la vacuna en la Argentina. En el embarque que partió hace unos días rumbo a Moscú, hay tres lotes que incluyen los componentes 1 y 2 de la fórmula. Fueron el resultado de un trabajo en conjunto realizado en los últimos dos meses por científicos argentinos y rusos.
Tras la firma del acuerdo en febrero, se había anunciado que la producción de las dosis comenzaría recién dentro de un año. Pero los tiempos se precipitaron y los argentinos podrían empezar a inocularse con una fórmula elaborada en su país mucho antes de lo previsto.
“De no mediar dificultades, a la mayor brevedad posible, comenzaría una etapa de producción de Sputnik V en nuestro país”, informó Richmond a la Bolsa de Comercio.
El esquema de trabajo contempla que el Instituto Gamaleya suministre el principio activo para que en la Argentina se avance con la producción de la vacuna y su envasado. El mecanismo es inverso al empleado por AstraZeneza y mAbxeince, la compañía biotecnológica de Hugo Sigman que también forma parte de la cadena de producción de una de las dosis utilizadas en el mundo para frenar el avance de un virus que ya provocó más de 3 millones de muertes en todo el planeta.