La bajante del río Paraná continúa ante los puertos de Santa Fe y de la capital de Entre Ríos, donde se registraron los menores niveles en décadas: 18 centímetros en el primer caso (la más baja desde 1970) y de 17 en el segundo (la segunda más baja desde 1944).
«Esto genera mucha preocupación, es una bajante histórica que impacta en el agua potable y esto es lo más urgente que hoy nos ocupa, además de lo ambiental», dijo el gobernador entrerriano, Gustavo Bordet, quien añadió que está «en contacto permanente con todos los intendentes” de la rivera del río.
«Hay un cambio climático, fundamentalmente en las nacientes de los ríos con la deforestación”, advirtió.