El Comando Vermelho se destaca hace décadas como una de las principales organizaciones criminales de Brasil. El grupo contra el que se llevó a cabo la sangrienta redada de este martes nació en los años 70 en las cárceles de Río de Janeiro para garantizar los derechos de los reclusos, que además sufrían hacinamiento.
Con el correr de los años, el CV pasó a dedicarse a delitos como los robos a mano armada y el narcotráfico. Con el correr de los años controló el 90 por ciento de las favelas de Río de Janeiro y tiene vínculos con otros grupos, como el Primer Comando de la Capital, y compite con bandas como el Terceiro Comando Puro y Amigos dos Amigos.
Mas cerca en el tiempo, el Comando Vermelho amplió sus negocios y desarrolló una aplicación de transporte, Rotax Mobili, diseñada para desplazar a plataformas legítimas y garantizar que los conductores obedezcan las reglas de las pandillas, como atravesar barricadas sin riesgo de represalias.
Edgar Alves Andrade, conocido como Doca da Penha o Urso, es el líder del Comando Vermelho. Tiene 55 años, está prófugo de la Justicia brasileña y acumula veinte pedidos de captura. Se lo vincula a más de un centenar de asesinatos. El gobierno de Río de Janeiro ha ofrecido una recompensa de 17 mil dólares por información que permita su captura.
En los hechos de este martes fue arrestado el operador financiero de Doca da Penha, Nicolás Fernandes Soares. También cayó Thiago do Nascimento Mendes, conocido como Belão do Quitungo, uno de los líderes regionales de la organización.
