Existen cruces de llamadas que demostrarían contactos telefónicos entre acusados de tráfico de efedrina, funcionarios de la Sedronar y los conmutadores de la Casa Rosada y Presidencia.
En un duro fallo, la jueza María Servini de Cubría procesó a tres funcionarios de Néstor y Cristina Kirchner y a responsables de empresas farmacéuticas, a quienes acusó de ser parte de una maniobra de narcotráfico internacional.
El expediente no sólo acusa a tres funcionarios, uno de ellos íntimo amigo de Néstor Kirchner y suegro de uno de los dirigentes de La Cámpora en Santa Cruz. En la causa, el juzgado analizó una serie de cruces de llamadas que demostrarían contactos telefónicos entre acusados de tráfico de efedrina, funcionarios de la Sedronar y los conmutadores de la Casa Rosada y Presidencia de la Nación. Los llamados se repetían cada vez que se autorizaba el ingreso de un cargamento de efedrina al país. Todavía no pudo identificarse quiénes realizaban los llamados desde la Rosada, ya que se usaron teléfonos fijos. La empresa Movistar fue allanada luego de entregar listados incompletos de llamados.
El Juzgado Federal Nº 1 investigó durante años cómo y por qué la Secretaría para la Programación de la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) autorizó el ingreso de más de 40 mil kilos de efedrina entre 2004 y 2008, que terminaron en manos de narcos. Para la magistrada, existió una “clara e indispensable participación de los funcionarios públicos en la maniobra de narcotráfico”, según el fallo.
En el marco de esta causa, Servini procesó esta semana a José Granero –titular de la Sedronar entre 2004 y 2011 y actual director de la empresa estatal Enarsa–; a Gabriel Abboud –ex subsecretario de ese organismo– y a Julio De Orué –ex director del Registro de Precursores Químicos de la Sedronar– por considerarlos partícipes primarios del delito de “haber introducido al país materias primas destinadas a la fabricación de estupefacientes –efedrina– y alterado su destino de uso”. Embargó a los tres por más de $ 28 millones y los acusó de “desidia total por el control”.
Granero era amigo íntimo de Néstor Kirchner. También procesó a tres responsables farmacéuticos de Droguería Saporiti, Droguería Libertad SA y Unifarma SA.
La investigación judicial corroboró que de los 47.625 kilos de efedrina importados entre los años 2004 a 2008, el 86% (40.972,195 kilos) fue “desviado a manos de condenados, procesados o denunciados por maniobras de narcotráfico” a través de sólo seis empresas. Esa “maniobra de narcotráfico internacional” –como la definió la jueza– implicó un movimiento de dinero de entre los 123 millones y los 491 millones dólares. “Sin la participación de funcionarios y empleados del organismo –la Sedronar–, la maniobra resultaba de imposible realización”, concluyó la magistrada en el fallo que hasta el momento más compromete al Gobierno en un caso de narcotráfico.
La efedrina estaba dirigida a narcos mexicanos instalados en el país o fuera de las fronteras argentinas. Entonces, la sustancia, que se utiliza para la elaboración de metanfetaminas y éxtasis, ya estaba prohibida en México. Aquí era legal aunque debía ser controlada.