El presidente se reunió con Perotti, encabezó una reunión de gabinete nacional en el marco del programa capitales alternas y anunció obras para la región por más de 76 mil millones de pesos
El anuncio de inversiones multimillonarias en obras públicas para la región, la defensa del proyecto de capitales alternas como una muestra de compromiso con el federalismo y la descripción del flagelo de la violencia que atraviesa la ciudad como un problema de toda la Argentina, fueron tópicos centrales de la visita que realizó este viernes a Rosario el presidente Alberto Fernández, quien además destacó el «tiempo dificilísimo que nos toca atravesar» y realizó una fuerte defensa de sus últimas medidas para frenar el coronavirus, entre ellas la suspensión de las clases en el Amba.
Fernández llegó a las 10.50 a Rosario y a las 11.30 entró a la sede local de Gobernación, donde primero se reunió durante más de una hora a solas con el gobernador Omar Perotti y luego encabezó la reunión en la que junto a parte de su gabinete firmó convenios para vehiculizar aportes y obras acordadas con el mandatario provincial. Entre ellas, la repavimentación de la ruta nacional 9 entre las ciudades de Rosario y Córdoba, dos proyectos de accesos a puertos sobre la ruta nacional A012, el financiamiento del Acueducto Gran Rosario, que beneficiará a 560 mil vecinos de Rosario, Pérez, Funes, Villa Gobernador Gálvez e Ybarlucea, y el inicio de obras en la ruta 33 para convertirla en autopista entre Rosario y Rufino.
La visita mostró una gran sintonía política entre Fernández y Perotti, a quien el presidente definió como «un amigo de años», y también un trato más que cordial con los intendentes de Rosario, Pablo Javkin, y de Santa Fe, Emilio Jatón. Tanto el jefe del Estado como sus ministros destacaron que el hecho de que se destinen enormes fondos para obras en la ciudad muestra que este gobierno no mira si quien gobierna es o no del oficialismo nacional, como según ellos sucedía en el gobierno nacional.
La palabra de Alberto
En el inicio de su discurso en el salón Rodolfo Walsh de la sede local de Gobernación, el presidente destacó el proyecto de capitales alternas, en el marco del cual se realizó la visita, como una instancia para sacar el gobierno nacional de Buenos Aires y llevarlo al territorio, para no guiarse solo por estadísticas. «A veces los números no dicen exactamente las cosas como son», señaló.
En ese sentido, sostuvo que dentro de la Argentina hay realidades muy diferentes y hay que bregar por «el desarrollo de todos y todas». Fue entonces cuando apuntó incluso a las desigualdades de la provincia de Santa Fe, con un norte provincial que afronta enorme dificultades. Y enfatizó: «La idea de sacar el gabinete es no encerrarnos en Buenos Aires; es venir al campo y exigirnos cumplir con las promesas que hicimos en su momento».
Más allá de los anuncios de obras, Fernández puso en foco el principal problema que hoy afronta la ciudad: la violencia y el narcotráfico. «No puede ganarnos el crimen organizado. Por eso mandamos recursos, agentes federales. Es un problema de los argentinos, no solo de los rosarinos».
Y entonces sostuvo que una de las soluciones que necesita ese problema, que es fortalecer la estructura de la Justicia federal en Rosario, pasa porque se apruebe en Diputados su proyecto de reforma judicial que ya tiene media sanción del Senado nacional.
El mandatario recogió el pie que le dejó Omar Perotti, que destacó que los dos senadores nacionales por Santa Fe votaron a favor de ese proyecto, y sostuvo que esa ley cuestionada por la oposición y algunos medios no era para favorecer a nadie en particular sino «para darle pelea frontal al narcotráfico y a todos los delitos federales».
«Parte del problema depende de los diputados», insistió y pidió que los legisladores de Santa Fe «lleven esa voz y digan por qué no podemos enjuiciar al crimen organizado, que no es cualquier crimen. No es un delito más. Es enjuiciar a un sistema criminal que se ha instalado en un lugar para complicarle la vida a los rosarinos y a los argentinos».
Además, destacó que «resolver la vida de los argentinos es darle soluciones a todos» y que «por eso hay desde acuerdos firmados para mejorar la vida de las personas con discapacidad» hasta otros de obras viales como la «terminación de una ruta 33 que estuvo paralizada y que va a ayudar a unir a Rosario con una parte importante de la Santa Fe productiva».
Los otros discursos
El acto comenzó con las palabras del intendente Javkin, quien agradeció la presencia del primer mandatario y el programa capitales alternas como un gesto federal, valorado en una ciudad que estuvo «varias veces» por ser capital del país pero no lo fue por que se impuso siempre el centralismo porteño.
Javkin celebró la realización de obras que beneficiarán a los barrios más postergados de Rosario y agradeció la presencia de fuerzas federales que buscan combatir el flagelo de la violencia y el narcotráfico.
Además, definió la pandemia como el desafío más importante en la historia del mundo y el país e instó al diálogo como imperiosa necesidad de este momento de incertezas.
«La pasión por escuchar y aprender del otro, unirse hacia adelante, vale mucho más en tiempos como este. Cuando hay obstáculos grandes no es tiempo de pelea sino de trabajar en conjunto», remarcó, para luego destacar que la campaña de vacunación es «una luz por delante» que no estaba hace un año. «La ciudad está llegando a los 180 mil vacunados. Vamos a terminar abril con 200 mil», destacó, para luego señalar que en abril gran parte de la población de riesgo estará cubierta.
Luego fue el turno del ministro del Interior, Eduardo de Pedro, quien también sostuvo que el federalismo está en primer plano para el gobierno y que por eso, más allá de que Rosario es gobernada por un dirigente que no es del oficialismo nacional, se destina a la ciudad una inversión enorme en obras públicas. Aseguró para la provincia de Santa Fe el monto invertido es de casi 80 mil millones de pesos.
Siguió el gobernador Perotti, que también agradeció el compromiso federal del presidente, destacó la magnitud de las obras que La Nación realiza y realizará en la provincia, y, fundamentalmente, el cumplimiento de los compromisos que Fernández asumió con Santa Fe, también en materia de seguridad con el envío de fuerzas federales.
«Gracias presidente por el esfuerzo de un mayor federalismo. Lo que Santa Fe recibe lo potencia y lo devuelve multiplicado. Esa es la idiosincracia del santafesino», remarcó.
Esto, agregó, «nos permite construir una Santa Fe que acepte las diferencias pero no las desigualdades».
Antes, destacó las obras viales anunciadas como las de la ruta 33, que se convertirá en autopista desde Rosario a Rufino, y también las de saneamiento como las que permitirán completar el ciento por ciento de las cloacas y la finalización del acueducto del Gran Rosario, que beneficiará a más de 500 mil habitantes de la región.
Valoró además el aporte de la Nación en el combate de la pandemia, tanto con el equipamiento necesario para «duplicar» el número de camas críticas como por la campaña de vacunación.
El jefe de Gabinete, Juan Pablo Cafiero, sostuvo que los acuerdos son fruto de la articulación entre Nación, provincia y municipio. Y destacó el monto de las inversiones anunciadas: más de 76 mil millones de pesos que «va a dinamizar la estructura productiva».
«Cada obra de estas agrega más esperanzas de que Santa Fe pueda avanzar en la senda de desarrollo productivo que se ha retrasado», enfatizó, a la vez que insistió en que «acá no hay ningún tipo de miramientos» en cuanto a la pertenencia política de los actores involucrados.
Y dijo que esto es porque con el actual gobierno se terminó la apuesta a un modelo de especulación financiera por uno que va por el desarrollo productivo.
Inversión «impresionante»
Antes del acto, el ministro de Gobierno de Santa Fe, Roberto Sukerman, dijo sobre la inversión anunciada que «es un número impresionante» y celebró el «espíritu federal» del programa capitales alternas. Sukerman también dijo que con los aportes de la Nación se llegará a cumplir el sueño de que todo Rosario tenga cloacas.
La visita del mandatario a la sede local de la Gobernación se realiza en un marco de estrictos protocolos para la prevención del Covid-19.
Este es el viaje que el presidente, junto a los integrantes de su gabinete, tenía previsto realizar el pasado 11 de marzo pero que fue suspendido por la grave situación de salud de la madre del gobernador, quien finalmente falleció ese mismo día.
Entre las autoridades nacionales que acompañaron al presidente se destacan el jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero; el ministro del Interior, Eduardo de Pedro y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
También llegaron a Rosario el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; el ministro de Transporte, Mario Meoni, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; el director Ejecutivo de Andis, Fernando Galarraga; la directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Juventudes, Macarena Sánchez; el secretario de Interior, José Lepere y la titular de la Unidad Gabinete de Asesores, Luciana Tito.
La reunión entre el presidente, el gobernador y los ministros de ambas jurisdicciones se realizaba en el Salón Rodolfo Walsh de la Gobernación. El resto del gabinete nacional que se quedó en Buenos Aires participará de manera virtual.