Sandra Arroyo Salgado habló el día después de encabezar la «marcha del silencio» por el fiscal y abonó la teoría del homicidio.
«De ningún modo admito la posibilidad de un suicidio y menos con un arma de por medio», afirmó la jueza de San Isidro. Y agregó que «por su personalidad y porque entiendo que no tenía motivos».
En diálogo con radio Vorterix, la magistrada descartó la posibilidad que el ex fiscal especial para la causa AMIA se haya suicidado: «De ningún modo yo admito esa posibilidad y mucho menos como se ha presentado, con un arma de por medio».
La magistrada, además, quien, a través de un documento, cuestionó la investigación a cargo de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Palmaghini, pidió «que se despeje en el expediente si esto fue un suicidio o un homicidio, más allá de mi certeza, que no es objetiva». Y agregó: «Espero que trabajen tranquilas y sin condiciones, no quiero emitir juicios de valor mediático».
Y se refirió a la posibilidad de que un veedor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se sume a la causa, para garantizar la investigación.
«Me vi obligada a pedir un veedor, en esta coyuntura judicial, política y mediática, no están dadas las garantías para que sea una investigación totalmente imparcial y sin riesgos», contó la magistrada.
Y finalmente se refirió a las dudas en torno a las pericias tomadas en el departamento de Le Parc, surgidas del testimonio de Natalia Fernández, publicado por Clarín.
«En la última inspección ocular que se hizo se usó una tecnología, que no se ha empleado anteriormente en la escena del crimen», concluyó Arroyo Salgado.
Ayer, la jueza destacó el «mensaje de fuerza y esperanza» de la gente que participó del masivo homenaje a Nisman.