“Qué pasó con Gus?», es la pregunta que se hacen desde el pasado miércoles 31 de mayo los amigos, familiares e investigadores del muchacho que apareció extrañamente muerto en Padilla al 1600 del barrio Sargento Cabral, siendo que minutos antes había estado cenando con amigos en barrio Constituyentes.
El caso, por donde se lo mire es totalmente atípico. Y tanto es así que hasta la propia pesquisa no sabe si investiga un homicidio, un hurto o una muerte natural, lo cual complica un poco más el misterioso deceso. Por el momento la causa fue caratulada como «muerte dudosa».
El fallecimiento es un combo de dudas. Gus, como le decían sus más allegados, se reunió con sus amigos a comer un asado en una vivienda de Francia al 2700 en la noche del martes 30 de mayo. Pasada la 1 llamó a un remís para ir hasta su casa, en Pedro Díaz Colodrero al 1800 de barrio Candioti Norte, donde vivía con sus padres. A las 1.30 llegó el remís y Gustavo se lo tomó. Llevaba consigo una mochila con un disco rígido y también un celular.
Extrañamente, su cuerpo fue hallado sin vida en Padilla al 1600, sin sus pertenencias y a cuatro cuadras de su casa, lugar hacia donde se dirigía, consigna en su edición on line el Diario Uno de Santa Fe.
Una pista y más dudas
A casi una semana del suceso, los interrogantes siguen estando presentes pero de a poco surgen algunas pistas en torno a cómo fue, por lo menos, una parte de ese misterioso viaje en remís que derivó en que Gustavo aparezca muerto. Esta pista se basa en la cuenta de Gmail que tenía el iPhone que llevaba el muchacho y que no estaba entre sus pertenencias al momento del hallazgo.
Dicha pista posibilitó establecer el recorrido que hizo Manessi durante unas cuadras ya que a la altura de Cándido Pujato y 4 de Enero de barrio Mariano Comas, la señal se perdió. «Cuando hacen el seguimiento del teléfono se apaga la señal a la altura del Sanatorio Americano. Eso fue a las 1.38 de la madrugada. Después dicen que a la 1.50 encuentran el cuerpo en la calle», explicó a UNO Santa Fe, Gastón Gumiy, el abogado que asesora a la familia del fallecido.
Los elementos y el chófer, otro lugar por dónde ir
Si bien por el momento todavía la autopsia -la cual de manera preliminar indicó un Accidente Cerebro Vascular- no reflejó de manera total cuál fue la causa de muerte del joven de 31 años, fuentes de la investigación confían que ese dato sería «la llave para despejar ciertas dudas».
Por otro lado, los elementos que fueron robados de las pertenencias de Gustavo forman parte de otro punto disparador para la investigación. Es que la ubicación de los mismos podrían permitir una conexión sobre quién fue el responsable de la sustracción de la mochila y el teléfono celular que llevaba aquella noche.
En tanto, y si bien el chofer del remís que trasladó a Gustavo aquella noche declaró en Fiscalía, todavía no existen elementos para vincularlo con una posible responsabilidad en torno a la muerte del muchacho pero las sospechas están. Vale recordar, según trascendió, que el chofer dijo que Gustavo «estaba borracho y que él lo dejó en su casa y como no le quiso pagar se terminó yendo».
En ese aspecto, la pesquisa deberá corroborar próximamente si lo declarado por el chofer en la Policía de Investigaciones (PDI) es veraz o se presta a una nueva sospecha, una más de las tantas que tiene el caso.