El aspirante a la Casa Rosada de la alianza UNA criticó la reticencia del candidato oficialista a participar de una confrontación pública de los postulantes a la Presidencia.
«Scioli no debate porque Cristina no lo deja», dispara Sergio Massa, mofándose de la decisión del gobernador bonaerense de prestarse a una discusión pública entre los candidatos presidenciales sólo si hay una ley que lo obligue y regule. El candidato presidencial de la alianza UNA estuvo ayer en Rosario presentando sus propuestas y metas de gobierno, especialmente en materia económica, esta vez acompañado por el ex ministro Roberto Lavagna.
Pasado el mediodía, Massa arribó al Salón Metropolitano, en el predio del Alto Rosario, donde ofreció una conferencia de prensa y luego realizó un acto de presentación de sus planes de gobierno. El tigrense estuvo acompañado por su compañero de fórmula, el salteño Gustavo Sáenz; los candidatos a diputado nacional por Santa Fe Alejandro Grandinetti y Vanessa Massetani, y el economista estrella Lavagna, quien fuera ministro de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
Consultado sobre la decisión del candidato presidencial del Frente para la Victoria de no prestarse a un debate de postulantes presidenciales, Massa apunto: «Scioli definió no ir, básicamente porque Cristina no lo deja ir a debatir». Añadió que esa actitud «es lógica porque Scioli no es el jefe de ese espacio, es simplemente el candidato», por lo que advirtió: «Lo que a mí me preocupa es qué va a pasar el 10 de diciembre si Scioli es gobierno. ¿Dónde va a estar la Casa Rosada? ¿En la Plaza de Mayo, en El Calafate donde esté Cristina? A mí me parece que quien no puede debatir sus ideas no puede gobernar en democracia».
Massa señaló que «es muy triste que arranquen mintiéndole a la gente, porque Scioli se había comprometido a debatir, y espero que el resto de los candidatos debatamos igual, más allá de que Scioli no lo haga», y admitió que «no me llamó la atención porque él no tiene nada para debatir porque plantea la continuidad y nosotros cambios, entonces es muy difícil hacerlo sobre la idea de que está todo bien, cuando en la Argentina no está todo mal ni está todo bien».
Sobre la reunión del otro referente de UNA, el cordobés José Manuel de la Sota, con Mauricio Macri, Massa aclaró que fue «Macri quien le pidió a De la Sota una reunión para disculparse por la agresión verbal que Patricia Bullrich y Elisa Carrió nos habían propinado y para decirle que él no compartía lo que habían dicho. Creo que en todo caso es valorable el gesto de Macri de venir a disculparse con nosotros por una falsa denuncia o esa falsedad que provino de su espacio».
Siguiendo con el tono diplomático hacia Macri, Massa evitó referirse específicamente al escándalo en torno a Fernando Niembro. «Yo no quiero hablar de los fracasos de Macri, del PRO o de Cambiemos respecto de la corrupción. Yo quisiera que hablemos de cómo resolvemos la corrupción en la Argentina. A mí no me alegra que aparezca un hecho de corrupción en el PRO. A mí me alegraría que apliquemos la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción, que pongamos una pena mínima de 5 años y una máxima de 30 para que los corruptos esperen su juicio en la cárcel, que tengamos ley de extinción de dominio para que podamos apropiarnos y rematar los bienes de los corruptos. Después, un día es Niembro otro María Julia otro Boudou, pero nos quedamos en la discusión de nombres cuando lo que tenemos que hacer es arreglar el problema de corrupción estructural».
También minimizó el gesto del ex presidente de la Federación Agraria Eduardo Buzzi que después de ser precandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente Renovador (perdió ante Cachi Martínez), reapareció la semana pasada en un acto de Scioli. «En política cuando hay una elección, uno gana y otro pierde, y el que gana lidera y el que pierde acompaña. Los santafesinos decidieron que Buzzi perdiera y yo no soy quien para imponer a los santafesinos lo que no habían elegido. A veces no gusta que la gente no te vote, y entiendo que pueda estar decepcionado porque la gente no lo votó, pero es una elección que hizo el pueblo de Santa Fe».
El diputado nacional volvió a hacer hincapié en que contra la inseguridad y el narcotráfico usarán «las Fuerzas Armadas para defender nuestras fronteras como blindaje para que no entre el narcotráfico; vamos a tener ley de derribo (de aeronaves), vamos a expulsar del país a los extranjeros vinculados a la droga, vamos a instalar en Rosario juzgados y fiscalías especializadas, y vamos a trabajar muy fuerte en la capacitación de las fuerzas provinciales de seguridad», y prometió: «Yo, como presidente, voy a asumir de manera personal la guerra contra la inseguridad y el narcotráfico, sin delegarlo en nadie».
Promesas económicas para endulzar oídos anti-K
Sergio Massa y Roberto Lavagna desgranaron un rosario de promesas en materia económica que endulzan los oídos del universo anti-K.
«La economía va a crecer cinco puntos por año, y para eso vamos a devolverle credibilidad al Indec con autarquía, vamos a poner en marcha un Banco Central autónomo y vamos a armar una agencia de inversiones», afirmó Massa.
Sobre el campo, dijo que «les vamos a liberar los mecanismos de comercialización y vamos a sacarle la correa del cuello. Les vamos a sacar las retenciones a maíz, trigo, girasol, la eliminación de 5 puntos en la soja a cuenta de Ganancias, más la eliminación de las retenciones en todas las economías regionales, que van a generar una enorme motivación al sector productivo para fabricar dólares».
Añadió que «vamos a eliminar el impuesto a las ganancias para todos los trabajadores, porque el salario no es ganancia, pero también le vamos a cobrar impuestos a los amigos del poder: laboratorios extranjeros, renta financiera, sectores de economía de timba».
Lavagna, a su turno, indicó que «el ingreso de cualquier argentino hoy es inferior al de diciembre de 2011», lo cual «significa que el país ha estado estancado durante cuatro años y el desafío es volver a poner la economía en marcha, que es generar trabajo genuino y en blanco».
Consultado sobre el cepo cambiario, Lavagna definió que «es uno de los factores a remover en el término de cien días», y que eso se puede concretar «en el marco de un programa integral que ordene las cuentas públicas en un marco de crecimiento, como alguna vez nos tocó levantar el corralito, el corralón, las 14 cuasimonedas y las deudas de las provincias».
Dijo que «en estos últimos cuatro años el papel que ha jugado el cepo para empujar hacia el estancamiento ha sido fundamental, ha creado problemas de todo tipo, a los productores, y obvio que cuando los empresarios tienen problemas, los trabajadores también».
Los dólares se conseguirán, según Lavagna, si «a uno le creen que efectivamente la política que está haciendo va a generar crecimiento. Lo que uno tiene que asegurar es que las medidas sean claras, si son entendidas y si hay credibilidad hace que los recursos vuelvan de inversores del exterior y sobre todo de los argentinos que tienen parte de su capital inmobilizado».
Massa luego retomó las promesas y enumeró que «los jubilados a partir del 1º de enero van a cobrar el 82 por ciento móvil», y que «200 mil familias santafesinas van a poder acceder al crédito para la vivienda, sean trabajadores formales o no, porque van a tener 60 mil dólares para la primera vivienda, con una cuota de entre 3 mil a 7 mil pesos por mes a tasa fija en pesos a 20 años».