Antes de dejar su cargo como secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni se dio el gusto de mostrar en la Policía Federal de la ciudad que «los Cantero son una organización narcocriminal». «Este es el fruto de un año de investigación», sentenció y a modo de ejemplo enfatizó: «A las organizaciones se las ataca por la cabeza». Recordó que «siempre se los vinculó a los Cantero como una organización narcocriminal pero no se los pudo juzgar», pero «cuando hay coordinación los resultados son estos». Y lo dijo mostrando las pruebas del llamado Operativo Los Patrones que logró desbaratar un contrabando de 700 kilos de marihuana, 12 kilos de cocaína en fase de estiramiento y distribución, cinco autos, un camión, tres armas, 62 celulares, cuatro balanzas, precursores químicos, 102 mil pesos en efectivo, un kilo de pasta base y 9 de creatina. También se concretaron escuchas telefónicas que vincularon a numerosas personas, muchas de las cuales tienen pertenencia directa al clan conocido como Los Monos. Entre los apresados también se encuentra Diego Cuello, quien fue sobreseído dos meses atrás por un tribunal federal oral rosarino en una causa por narcotráfico al declararse nulo el allanamiento policial de una chacra en la que le secuestraron 17 kilos de drogas y dinero en efectivo. A los pesquisas les llamó la atención que las bandas de Cuello y los Cantero están enfrentadas por el comercio de drogas, aunque aparentemente compartían los mismos proveedores en el norte del país.
En compañía del titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, y los fiscales Adriana Saccone y Marcelo De Giovanni, Berni enumeró 44 allanamientos en domicilios particulares (37 en Rosario, 2 en Granadero Baigorria, 4 en Corrientes y uno en Chaco), así como 22 personas detenidas (11 hombres y 11 mujeres). Entre los presos, Berni apuntó a Vanesa Jacquelina Barrios –pareja de Guille Cantero, sindicado líder de Los Monos y actualmente en prisión-, y Yéssica Lloan –mujer de Emanuel Ema Chamorro, también encarcelado– y otro de los presuntos cabecillas de esa narcobanda.
De acuerdo a un informe de la Procuración General de la Nación, la mujer de Cantero «sería la encargada de autorizar y manejar la logística de la entrega de los estupefacientes, así como del cobro, todo ello bajo la supervisión o con el conocimiento previo de su pareja», mientras que la otra sospechosa «tendría a su cargo la concertación de encuentros con compradores, así como la contabilidad de las ganancias obtenidas y el pago a los vendedores».
La operación Los Patrones se inició en 2014, desde la cárcel de Piñero. Un teléfono de línea, que se conectaba cada vez que los detenidos querían comunicarse con sus cómplices, fue el medio para espiar y recolectar pruebas que llevaron a la Justicia para pedir y obtener las órdenes que desembocaron en los 44 allanamientos referidos.Según la declaración de los fiscales a cargo de la causa, Ariel Cantero y Emanuel Chamorro son los líderes de la banda narcocriminal. Desde la prisión, los cabecillas de Los Monos se comunicaban con sus operadores que estaban en Rosario. Las llamadas eran dirigidas hacia diferentes personas, entre ellas las mujeres de Guille y Ema.
Con las escuchas telefónicas como prueba, se pudo llevar a cabo 44 allanamientos en simultáneo el 29 de noviembre. Como resultado, la Policía Federal pudo detener a once mujeres y once hombres, aunque todavía se encuentran prófugas catorce personas involucradas e identificadas