El ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, cargó esta mañana contra la presidenta Cristina Fernández por su mensaje sobre el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre la deuda en default, al señalar que “la verborragia y el uso reiterado de la palabra extorsión no ayudan a la negociación“.
Además, el economista pidió “poner una cuota de tranquilidad” frente a la decisión del máximo tribunal norteamericano, al afirmar que “hay formas de encontrarle una vuelta”. Al respecto, sostuvo que hay que “tratar de ser muy serios en el tipo de propuestas que se le puedan a hacer” a los bonistas y “usar al máximo la capacidad técnica” para negociar.
Tras el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que rechazó el pedido argentino para revisar fallos adversos de primera y segunda instancia en el juicio de bonistas que no aceptaron canjes de deuda, Lavagna aseguró que “éste es un tema, que de una u otra manera, es manejable”, pero indicó que “internamente, en cambio, hay una cantidad de desequilibrios que se vienen reflejando“.
En este sentido, indicó, en declaraciones a radio Mitre, que “hay que dejar a los extremos en esto: a los que dicen que hay que negociar de rodillas y a los que quieren desconocer las deudas y no pagar nada”. “Uno tiene que dejar esos extremos y ganar tiempo, pero haciendo cosas. Quizás la Suprema Corte de Estados Unidos mantuvo su jurisprudencia, pero al mismo tiempo hubo un mensaje del tipo negociador hace algunos días”, enfatizó. Al respecto, manifestó que “conteniendo los malos comportamientos que vienen del interior y explorando los tiempos y las sutilezas que aparecen en Estados Unidos, alguna solución razonable se puede encontrar“.
Consultado sobre si el mensaje que dio anoche la jefa de Estado dejó abierta la posibilidad de una negociación, Lavagna respondió que “lo hizo, pero mal”, al indicar que “la verborragia y el uso reiterado de la palabra extorsión y demás, muy para la interna, no ayudan”.
“Hubiese sido más fácil no usar esa terminología”, enfatizó el ex titular del Palacio de Hacienda, quien, sin embargo, sostuvo que le gustó que la mandataria haya dado su mensaje sola y “no frente a un grupo de zombies que la aplauden por lo que sea”. Finalmente, el economista concluyó que “puede ser que en ese mensaje, con una verborragia un poco agresiva, haya una puerta abierta” para negociar con los acreedores.