En base a testimonios y luego de hallar los túneles encontrados en el barrio La Granada, se sospecha que la banda narco puede haber contratado obreros que hacían las obras cercanas al casino en 2008, para construir otros túneles secretos.
La justicia investiga si la banda de Los Monos le pagó a un grupo constructor en el barrio La Granada, para levantar un red de túneles más compleja que la descubierta hasta el momento, aprovechando las obras del Casino, que demando obras de desagües y grandes movimientos de tierra. La sospecha es que parte del material fue justamente el previsto para esta gran obra mientras la mano de obra fue pagada por el grupo narco en unos 50 mil pesos. Hay varios testimonios recogidos por los pesquisas de la Brigada Judiciales que relataron este episodio que culminó permitierndo la conexión subterranea de viviendas ubicadas en manzanas enfrentadas pasando por debajo del asfalto de La Granada. Hasta el momento no han sido detectados ninguno de ellos, pero esta semana la fiscal Cristina Herrera tratará de judicializar esos testimonios.
Los investigadores de la brigada de Judiciales están convencidos que los túneles fueron construídos en el año 2008 con paredes en ladrillos, con hormigón y reforzados con columnas. Estos túneles cruzan de norte a sur desde el Pasaje 509 hacia el sur llegando hasta la colectora de avenida de Circunvalación, en cercanías de una caballeriza donde se halló una veintena de caballos. En tanto de este a oeste el pasadizo subterráneo cruzaría desde calle Melian hasta Pasaje 512. La construcción tiene una altura de 80 centimetros por 1 metro 10 de ancho.
«Estos túneles los construyó un pequeño contratista particular que tiene cinco obreros en su firma de la zona sur de Rosario, y que usó los materiales que habrían sido provistos o tomados de una obra que se hizo cuando se comenzó a construir el Casino en 2008. Esto se hizo un año antes de inaugurar el Casino», reveló un pesquisa a este diario, recordando que el complejo de juego abrio sus puertas a mediados de octubre de 2009.
«Entonces se debieron construir desagües pluviales, cloacales y conexiones de gas, obras que fueron aprovechadas por el movimiento de tierra realizado para construirlos».
Los investigadores siguieron el curso de las construcciones por una serie de tapas de hormigón que fueron desnudando del camino que la retroexcavadora iba dejando al descubierto.
En tanto los restantes túneles que quedan por descubrir habrian sido construídos con caños de cemento circulares, similares a los usaod sne desagues.
Pero el punto más dificla para enfretar es la autorización judicial
para romper las propiedades sospechadas de tener bocas de ingreso o salida de los túneles. La selección no sería dificial en tanto el curso de las excavaciones son claras. Alli entonces será el juez que optará entre preservar la propiedad o lograr un aporte a la propia investigación, que sume y cimente la figura de la asociación ilícita. Por eso para los pesquisas, probar la existencia de una red de túneles es desmentir que «esto era solo una leyenda urbana». También le daría fortaleza a los que sostuvieron que «la organización tenía muy aceitado los mecanismos para posibles fugas o ocultamiento de cosas, y de personas, al momento de tener que enfrentar la persecución judicial».
Los investigadores están en busca de una bóveda que los Cantero habían construido bajo tierra, según apuntó uno de los testigos protegidos, cuyo testimonio sirvió para establecer el lugar preciso de los conductos.
El primer indicio de que en villa La Granada la banda de Los Monos había construido un mecanismo para huir ante posibles ataques o persecuciones de la policía apareció en 2012, cuando integrantes del grupo Halcón realizaron un allanamiento en una vivienda de Melián al 6300 por orden de un magistrado de San Nicolás. Los efectivos bonaerenses que llegaron a Rosario camuflados en un camión volcador, tapados con una lona encontraron 12 kilos de cocaína, pero no lograron atrapar a Ariel Máximo Cantero, «Mono Grande», uno de los históricos líderes de la banda. Este jefe del grupo desapareció cuando lo tenían cercado.
Autor: José Maggi
Fuente: Rosario 12