«Este es el único fármaco hasta la fecha que ha mostrado que reduce la mortalidad de manera significativa. Es un gran avance», resume el investigador principal del estudio, Peter Horby, de la Universidad de Oxford.
La dexametasona, un esteroide común y asequible en todo el mundo, reduce en un tercio la mortalidad entre los pacientes más graves de COVID-19, según los primeros resultados de un gran ensayo clínico de la Universidad de Oxford divulgado este martes (16.06.2020). «Este es el único fármaco hasta la fecha que ha mostrado que reduce la mortalidad y la reduce de manera significativa. Es un gran avance», afirmó el investigador principal del estudio, Peter Horby.
Tras el anuncio, el gobierno del Reino Unido indicó que comenzará inmediatamente a suministrar este esteroide a los pacientes con COVID-19. «Hay un claro beneficio. El tratamiento consta de diez días de Dexametasona y cuesta unas 5 libras (5,5 euros/6,2 dólares) por paciente. Así que esencialmente cuesta 35 libras (38 euros/43 dólares) salvar una vida. Es un fármaco que está disponible en todo el globo», remarcó Martin Landray, otro de los autores del estudio.
Los investigadores administraron dosis bajas de dexametasona, que tiene un potente efecto antiinflamatorio, a más de 2.000 pacientes en estado grave. Según los resultados preliminares, entre quienes solo podían respirar con la ayuda de un respirador, la dexametasona redujo las muertes en un 35%, mientras que la mortalidad bajó en un quinto entre quienes recibían oxígeno. Según estimaciones de los investigadores, si ese fármaco hubiera estado disponible en este país desde el principio de la pandemia, se habrían podido salvar hasta 5.000 vidas.