El tenista es acusado de crear una sociedad en Uruguay a nombre de sus padres con la que se autoconcedió préstamos para tributar menos en Argentina. El jugador lo niega.
Juan Martín Del Potro quedó imputado en una causa por “presunta evasión” en el pago de 1.028.000 pesos correspondientes al impuesto a las ganancias durante el año 2010, según se desprende del expediente judicial al que pudo acceder PERFIL en exclusiva. La denuncia contra el tenista fue presentada por la Administración Federal de Ingresos Públicos el 16 de mayo en el Juzgado Federal de Azul Nº 1, a cargo de Martín Bava.
La entidad lo acusa de haber realizado una maniobra para “la ocultación maliciosa de su obligación al no presentar en tiempo y forma su declaración jurada, y luego en la presentación –extemporánea por parte del contribuyente– de una declaración jurada engañosa o falsa que no revelaba la verdadera capacidad contributiva, como consecuencia de lo cual, ingresó un saldo de impuesto menor al que hubiera debido” y, además, “que para hacerlo se valió de la utilización de una persona interpuesta (…) hecho que agrava no sólo la pena sino también la conducta”.
Según consta en el expediente, el tenista donó en forma gratuita todos sus derechos de imagen a la empresa uruguaya Bongarden SA, creada especialmente con ese único fin e integrada por sus padres “como reconocimiento y agradecimiento… por el apoyo, la contención y los recursos necesarios para ser un deportista de alto rendimiento”.
De esta forma, la firma tuvo ingresos por 3,57 millones de dólares (13,03 millones de pesos de la época) en 2010 correspondientes a los contratos con empresas como Wilson, Rolex, Nike, Sony, Coca-Cola y Visa. Sin embargo, no abonó nada en concepto de impuesto a las ganancias en la Argentina por estar asentada en Montevideo, donde además se encontraba exenta de tributaciones de este tipo.
A su vez, Del Potro firmó el contrato de cesión de sus derechos de imagen por una década el 31 de diciembre de 2009 –tras haber ganado el US Open–, con fecha retroactiva al 1º de enero de ese año, aunque ya aparecía mencionado en el balance de la sociedad, que había cerrado tres meses antes de rubricarlo. “Resultaba a todas luces beneficiosa la creación de una sociedad uruguaya a la que transferirle los fondos que en nuestro país hubieran generado una millonaria carga impositiva”, señala la demanda. “Si el impuesto argentino hubiera sido liquidado correctamente en momento oportuno, el Sr. Del Potro hubiera debido ingresar al Fisco Argentino la suma de 3.682.492,88 pesos”.
Pero lo que originó la denuncia de la AFIP es que él recibió entre junio y noviembre de 2010 préstamos por 982.750 dólares (3,95 millones de pesos de la época) de parte de Bongarden SA, que carecían de fecha de vencimiento y de pago de intereses, y los imputó en su declaración jurada de Ganancias para reducir el monto a abonar al fisco. Este dinero lo utilizó para costear los gastos de la recuperación de la lesión en su muñeca que padeció a fines de 2009 y para invertir en dos empresas, Agrocomercial Tandil SA y Agroganadera Reconquista SA. Pero la AFIP señala que “simuló transferir sus ingresos para disminuir su carga tributaria y los hizo luego regresar a su patrimonio en forma de préstamos sin vencimientos ni intereses”, según consta en el expediente judicial.
Según explican especialistas en derecho penal tributario consultados por PERFIL, “este tipo de operatorias con sociedades fantasma en el extranjero suelen ser utilizadas por deportistas”. Ya atravesaron cargos similares ante la Justicia Andre Agassi, futbolistas Luis Figo y Lionel Messi, entre otros.
En un plan de tres cuotas, Del Potro abonó la deuda con el fisco por un monto que alcanzó 1,80 millón de pesos por los intereses resarcitorios. Además, en diciembre de 2013 mediante el plan de blanqueo de capitales, ingresó en el país una abultada cifra –que este diario prefiere no revelar–, con la que compró Cedin. Sin embargo, la AFIP considera que cometió un delito al intentar utilizar una sociedad extranjera que “le pertenece” para hacerse autopréstamos y, así, evadir impuestos. Por este motivo, lo demandó ante la Justicia, donde la AFIP fue aceptada como querellante.
Delpo fue notificado formalmente en su domicilio en Tandil hace una semana pero se enteró de la denuncia a través de PERFIL.
Al cierre de esta edición, Jorge Viale, encargado de comunicación del tenista, envió el siguiente comunicado tras las insistentes consultas de este diario: “No hubo evasión, pues la deuda fue cancelada en forma definitiva el 22 de febrero de 2014. La fiscalización efectuada por la AFIP fue cerrada el 31 de marzo de 2014, según consta y está consignado en el correspondiente formulario 8900. Los funcionarios de la AFIP tienen la obligación ineludible de efectuar la denuncia ante el Poder Judicial. Si bien los abogados del estudio que maneja los estados contables no han visto el expediente, se aclara terminantemente que no existió dolo. A tal efecto, según lo requiera el Juzgado, serán presentadas oportunamente las pruebas conforme a los pasos procesales.”
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