El vicepresidente de la República, Amado Boudou, fue procesado anoche en la causa Ciccone por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. Su patrimonio fue embargado en 200 mil pesos.
Es la primera vez en la historia de la Argentina que un vicepresidente en funciones es procesado por delitos de corrupción.
En un escrito de 333 carillas, el juez del caso, Ariel Lijo, procesó también en el expediente Ciccone, pero por delitos distintos, al socio de Boudou, el millonario José María Núñez Carmona; al acusado de ser el testaferro del vice, Alejandro Paul Vandenbroele; a uno de los dos fundadores de la imprenta Ciccone Calcográfica, Nicolás Tadeo Ciccone; a su yerno, Guillermo David Reinwick; y al jefe de la AFIP en el noroeste, Rafael Resnick Brener.
Éstos últimos deberán pedirle permiso al magistrado para salir del país.
Boudou es el único de los procesados del caso Ciccone que quedó exceptuado de esa medida judicial.
Ayer, cuando la noticia de su procesamiento se difundió mediante la web del Centro de Información Judicial de la Corte, Boudou estaba en Cuba. Viajó a ese país del Caribe el miércoles.
El juez Lijo dio por probado que Boudou y su socio, el millonario Núñez Carmona, compraron el 70 por ciento de las acciones de la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica durante su gestión como ministro de Economía.
El lo niega. Para la Justicia, sin embargo, esa operación fue realizada por Boudou y su socio mediante la sociedad The Old Fund: actuaron con la ayuda profesional del abogado Vandenbroele.
Nicolás Ciccone y su yerno Reinwick, cree Lijo, con roles diferentes, impulsaron la cesión de la mayoría de las acciones de la imprenta Ciccone Calcográfica sabiendo que la empresa era adquirida por el vice y su socio.
Para Lijo, el funcionario de la AFIP Resnick Brenner, una de las manos derechas del titular de ese organismo, Ricardo Echegaray, t ambién colaboró en ese accionar, debido a que The Old Fund recibió beneficios impositivos desde el Estado.
El único trabajo que The Old Fund había realizado antes de comprar Ciccone fue el de asesorar a la provincia de Formosa, de Gildo Insfrán, en la reestructuración de la deuda pública. Ocurrió en el 2009.
Por esa labor, la sociedad cobró alrededor de 7,6 millones de pesos. El funcionario nacional que tenía la última palabra sobre ese refinanciamiento estatal era el entonces ministro de Economía, Boudou.
El juez Lijo escribió que el vice, Núñez Carmona y Vandenbroele adquirieron The Old Fund para cobrar por esa operación financiera. Después la usaron para comprar Ciccone.
Desde que esa sociedad pasó a controlar la imprenta de billetes, a mediados del 2010, la empresa solo recibió contratos por parte del oficialismo y del Gobierno Nacional.
La compañía gráfica se encargó de imprimir las boletas electorales que el Frente para la Victoria usó en las elecciones presidenciales del 2011. Y en abril del 2012 la Casa de Moneda la contrató para fabricar 410 millones de billetes de $ 100.
Debido al escándalo por el caso Ciccone, la empresa fue estatizada por impulso de la Casa Rosada.
La presidenta Cristina Kirchner, a pesar de estar involucrada en estas últimas cuestiones, jamás habló públicamente ni de Ciccone ni de la situación judicial de su vice.
El caso Ciccone se masificó en los medios luego de que el programa “Lanata Sin Filtro”, de Jorge Lanata, difundiera por Radio Mitre una entrevista con la ex esposa de Vandenbroele, Laura Muñoz. “ Mi ex marido es testaferro de Boudou”, dijo Muñoz.
Su testimonio fue validado después por la Justicia.
El escritor Jorge Asís había escrito en julio del 2010 sobre el caso The Old Fund y Clarín arrancó con la investigación en que luego se basó la causa judicial.