Había ingresado el domingo con un grave cuadro bacteriano de la enfermedad a un sanatorio privado de la ciudad. Los orígenes, síntomas, tipos y vacunas disponibles contra esta infección. El chico era de Santo Tomé.
Fuentes del Ministerio de Salud de la provincia confirmaron en las últimas horas de ayer que falleció el niño de seis años que había ingresado “en estado gravísimo” con un cuadro de meningitis bacteriana, con compromiso neurológico, a un sanitario privado de la ciudad de Santa Fe, derivado un día antes de otro efector privado. Se trató de una meningitis aguda (es decir, que se desarrolla con extrema intensidad), causada por bacterias gramnegativas, que provocan una infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal (meninges); son extremadamente graves y pueden producir la muerte o daño cerebral, incluso con tratamiento. Ya durante la mañana de ayer, la doctora Andrea Uboldi, directora de Promoción y Protección de la Salud, había anticipado a LT 10 la gravedad del cuadro. El niño concurría a la escuela Berrutti de Santo Tomé, donde Uboldi mantuvo una reunión informativa con algunos padres. Consultada por ese medio si estaban reportándose muchos casos, dijo: “Meningitis hay todo el año. Básicamente, es una entidad típica del invierno y la primavera, en el momento en que circulan los virus respiratorios, porque pueden ser bacterianas o virales. Sin embargo, siempre recordamos que diagnosticada a tiempo y tratada oportunamente, el 90 por ciento de las meningitis, incluso las bacterianas, que son las severas, se curan; aunque siempre tenemos cada tanto algún caso grave, esporádico, aislado, poco frecuente, que suele ocurrir”. Como explicara la funcionaria, la meningitis bacteriana requiere tratamiento inmediato ya que puede afectar el funcionamiento neuronal de la persona que la padece. Según el Ministerio de Salud de la Nación, la meningitis viral es más leve y ocurre con mayor frecuencia que la bacteriana. Esta se suele desarrollar al final del verano y comienzos del otoño. Afecta a los niños y a los adultos menores de 30 años principalmente. Sobre los síntomas, la meningitis es una causa importante de fiebre en niños y recién nacidos. Además de ese síntoma principal, suelen aparecer rápidamente: escalofríos, cambios en el estado mental, náuseas y vómitos, sensibilidad a la luz (fotofobia), dolor de cabeza intenso, y cuello rígido (meningismo). También, en ocasiones pueden aparecer: agitación, fontanelas (espacios membranosos que hay en el cráneo) abultadas; disminución del estado de conciencia; alimentación deficiente o irritabilidad (en niños); respiración rápida, y postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás. En ambos tipos de meningitis se presentan los mismos síntomas. Por lo que es necesario acudir al médico lo antes posible ante la presencia de fiebre alta y cualquiera de los demás síntomas.
¿Cómo se trata?
Si es una meningitis bacteriana, se prescriben antibióticos específicos. En algunos casos se puede necesitar hospitalización de la persona, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. El diagnóstico y tratamiento oportunos de la meningitis bacteriana es esencial para prevenir lesiones neurológicas permanentes. Generalmente, la meningitis viral no es una enfermedad grave y sus síntomas deben desaparecer en cuestión de dos semanas sin complicaciones duraderas. Formas de evitarla
La medida preventiva fundamental es aplicar a los bebés y niños las siguientes vacunas gratuitas y obligatorias, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación: la Pentavalente: a los 2, 4 y 6 meses; la vacuna del Neumococo Conjugada: a los 2, 4 y 12 meses; la Cuádruple: a los 18 meses. La vacunación es gratuita en todos los centros de salud y hospitales públicos del país. En el caso de declararse un caso de meningitis meningocócica, los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con la persona enferma deben recibir antibióticos preventivos para evitar infectarse.
Fuente: Diario Uno