La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) del gobierno federal de Brasil interrumpió el partido que luego quedó suspendido y acusó a 4 jugadores argentinos
El partido entre Brasil y Argentina por la 6ª fecha de las eliminatorias sudamericanas hacia el Mundial de Qatar pasó a la historia. Nunca había ocurrido que un encuentro de semejante envergadura se interrumpa a los 5 minutos de juego por las autoridades sanitarias del país anfitrión y que quedará definitivamente suspendido minutos después, porque la decisión de los funcionarios locales era que cuatro de los jugadores de la selección nacional, los que venían del Reino Unido, debían abandonar inmediatamente su suelo, violando supuestamente la normativa federal de ingreso a la nación vecina.
Transcurrían cuatro minutos de juego cuando un delegado de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) ingresó a la cancha para notificar a los protagonistas que el partido no podía seguir por la disposición tomada este domingo, pasado el mediodía, sobre Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovani Lo Celso y Emiliano Buendía, los tres primeros titulares en el superclásico.
En medio de la confusión por lo sucedido, el seleccionado albiceleste se retiró de inmediato al vestuario visitante del Arena Corinthians, lo que provocó la reacción de los 1.500 invitados al estadio, entre los que estaba el embajador argentino, Daniel Scioli. “Hijos de puta”, insultaron los hinchas brasileños en defensa de los jugadores argentinos, víctima de una medida insólita por parte de las autoridades nacionales de Brasil.
Por decisión del árbitro del partido, el encuentro organizado por FIFA entre Brasil y Argentina por las Eliminatorias para la Copa del Mundo queda suspendido. El árbitro y el comisario del partido elevarán un informe a la Comisión Disciplinaria de la FIFA, la cual determinará los pasos a seguir. Estos procedimientos se ciñen estrictamente a las reglamentaciones vigentes. Las Eliminatorias son una competición de la FIFA. Todas las decisiones que atañen a su organización y desarrollo son potestad exclusiva de esa institución”, aclaró la Conmebol.
Martínez, Romero, Lo Celso y Buendía fueron denunciados por el incumplimiento de la norma para el ingreso a suelo brasileño, prevista en la Ordenanza Interministerial No. 655, de 2021, que establece que los viajeros extranjeros que hayan pasado por Reino Unido, Sudáfrica, Irlanda del Norte e India en los últimos 14 días no pueden entrar a Brasil.
Anvisa comunicó que los cuatro involucrados debían ponerse en cuarentena y pidió su salida inmediata del país, lo que implicaba que ninguno de ellos pudiera jugar el partido de esta tarde.
Sin embargo, los jugadores abandonaron la concentración en el Airport Marriott Hotel de San Pablo y abordaron el micro rumbo al Arena Corinthians, en una contradicción a lo decidido por los funcionarios nacionales.
Las intervención de la FIFA y de la Conmebol fue decisiva para destrabar el problema con los jugadores que militan en la Premier League inglesa, quienes fueron descubiertos de proporcionar información falsa al ingresar a Brasil.
Las autoridades sanitarias de ese país, luego de constatar esa infracción, comunicaron el hecho a la Policía Federal para que se tomen de inmediato medidas en el ámbito correspondiente.
Los jugadores argentinos declararon que no pasaron por ninguno de esos cuatro países en las últimas dos semanas, lo que fue desmentido por los funcionarios brasileños luego de consultar sus respectivos pasaportes.
Martínez, Lo Celso, Romero y Buendía ingresaron a Brasil el viernes pasado con la delegación argentina procedentes de Venezuela, a donde habían arribado días antes desde Reino Unido, su lugar de residencia actual.
En un comunicado oficial, la agencia sanitaria aseguró que los futbolistas del Aston Villa y Tottenham Hotspur incurrieron en “un notorio incumplimiento de la Ordenanza Interministerial y las normas brasileñas de control de la inmigración”.
“Anvisa considera que la situación es un grave riesgo para la salud, por lo que aconsejó a las autoridades sanitarias locales que determinen la cuarentena inmediata de los jugadores, quienes no pueden participar en ninguna actividad y deben ser impedidos de permanecer en territorio brasileño, de conformidad con el art. 11, de la Ley Federal No. 6437/77”, dispuso el escrito.
El caso de los cuatro futbolistas del seleccionado albiceleste comenzó el sábado cuando Anvisa inició una investigación sobre las condiciones de ingreso al país y parecía resuelto luego de una reunión de más de tres horas que las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) mantuvieron con dirigentes de la Conmebol y funcionarios del Estado de San Pablo.
El argumento esgrimido para la solución fue que los jugadores estaban incluidos dentro del modelo de burbuja sanitaria de Conmebol aprobado por Brasil para todas las competiciones internacionales, aunque esa situación fue desconocida por Anvisa, órgano del Gobierno federal de Jair Bolsonaro, que acusó a los futbolistas de haber mentido al ingresar al aeropuerto de Guarulhos desde Caracas.
Esas afirmaciones fueron desmentidas por el presidente de la AFA, Claudio Tapia, quien aseguró que se cumplió con toda la reglamentación.
Pero el director de Anvisa, Antonio Barra Torres, afirmó en TV Globo: «Los cuatro jugadores argentinos recibieron órdenes de permanecer aislados para ser deportados. Pero no se respetó. Fueron al estadio, entraron al campo, la secuencia es de desobediencia».
Mientras, Flavio Bolsonaro, el hijo del presidente de Brasil Jair Bolsonaro, expresó en su tuit que los argentinos actuaron de mala fe. «Sabían que estaban infringiendo la ley brasileña, impidieron que Anvisa se fijara en ellos y, por la fuerza, llevaron a los cuatro jugadores que venían de Inglaterra». Y agregó que «Argentina debería ser severamente castigada».