
El flamante Pontífice apuntó a través de las redes sociales las políticas inmigratorias de los dos presidentes americanos. Fue una semana antes del fallecimiento de Jorge Bergoglio.
La elección del estadounidense Robert Prevost este jueves como nuevo Papa luego del fallecimiento de Francisco sorprendió al mundo. El cardenal eligió el nombre León XIV y es el primer estadounidense en convertirse en Pontífice.
En principio, Prevost se plantea como una continuidad al reformismo impulsado por Bergoglio durante su papado, que se extendió por 12 años, de 2013 al 2025. Incluso recordó al argentino durante su primer discurso al frente de la Iglesia católica.
Las visitas de León XIV a Argentina y su relación con el papa Francisco
Finalmente los católicos tendrán un nuevo Papa que los dirigirá durante al menos -si no ocurre ningún tragedia- durante los próximos 20 años. No es Juan Pablo II, no es Benedicto XVI ni tampoco es Francisco. Es León XIV, un nuevo Papa
El Papa norteamericano
No obstante, antes de convertirse en el jefe de Estado del Vaticano, el religioso cultivó un perfil aperturista y cercano a la realidad latinoamericana, ya que ejerció en Perú durante casi 20 años.
Dentro de ese perfil, marcó sendas diferencias con el actual presidente de los EEUU, Donald Trump. De hecho, su último mensaje en la red social X antes de ser electo Papa apuntaba contra Trump y también contra el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele.
Específicamente, el por entonces cardenal había apuntado contra las políticas inmigratorias de ambos líderes.
¿No ves el sufrimiento de tus vecinos? ¿No te das cuenta del dolor, la miseria, el miedo y la ansiedad tan reales que estas injustas acciones y políticas gubernamentales están causando? ¿No te inquieta la consciencia? ¿Cómo podés callar?», se preguntó en sus redes sociales, al retuitear un comentario del usuario «Rocco Palmo».
El mensaje está fechado el 14 de abril, una semana antes del fallecimiento de Jorge Bergoglio.
En su primer discurso al frente de la Iglesia Católica, el Papa recordó a Francisco, a quien le agradeció, y abogó por una «Iglesia unida» que busque «siempre la paz, la justicia, trabajando como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio y ser misioneros».
Nacido en Chicago en 1955, y criado en una familia católica de raíces obreras, Prevost ingresó a la Orden de San Agustín en su juventud, impulsado por una vocación misionera que se consolidó con sus estudios de filosofía y teología en la Catholic Theological Union y posteriormente en Roma, donde se doctoró en Derecho Canónico.
Fue ordenado sacerdote en 1982, y pronto comenzó una trayectoria que lo llevaría fuera de Estados Unidos, alejándolo del confort del ámbito académico para ponerse al servicio de las periferias.
Sus primeros años ministeriales lo encontraron en Perú, donde ejerció como misionero en una región pobre del norte del país, en la diócesis de Chulucanas.
Allí desarrolló una pastoral centrada en la cercanía, la formación de comunidades y la defensa de los derechos humanos, experiencia que marcó profundamente su perfil: un religioso comprometido con la realidad social de América Latina, que aprendió a conjugar el rigor doctrinal con una mirada pastoral atenta a los más vulnerables.