No sin críticas al peronismo, el partido que preside Mónica Fein definió apoyo a Unión por la Patria, ante el peligro que supone la chance de Javier Milei
El Partido Socialista se desmarcó de la neutralidad que campea en la oposición, y ayer en el encuentro de su comité nacional, presidido por la exintendenta Mónica Fein, definió su voto por el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa. «No podemos ser prescindentes, está en riesgo la democracia», expresó la diputada nacional al difundir el documento oficial.
La posición del partido de la rosa, no obstante, se prologó con reparos de fuertes críticas al gobierno nacional y al kirchnerismo en perspectiva. Pero otorga excepcionalidad a esta coyuntura, ante la chance de La Libertad Avanza y su prédica ultraconservadora y negacionista, por lo que acaba por definir su apoyo a la candidatura de Sergio Massa y Agustín Rossi.
«Nuestro Partido Socialista no acompañó hasta aquí a ninguna de esas propuestas. Pero ante la gravedad de este momento creemos que la prescindencia no es una alternativa aceptable», plantea el documento.
Añade que «los principios y valores democráticos deben anteponerse ante todo. Y es por ello que creemos que es momento de invitar a cada argentina y argentino a que, aún con profundas diferencias con el gobierno actual, asumamos la responsabilidad de evitar un profundo retroceso para nuestra democracia y las posibilidades de nuestro pueblo».
Ayer, luego del cónclave del Comité Ejecutivo Nacional desarrollado en Ciudad de Buenos Aires, Fein antepuso la crítica histórica del PS al modelo K y prevaleció su pertenencia al armado antiperonista Unidos para Cambiar Santa Fe, que se impuso en las elecciones provinciales con Maximiliano Pullaro a la cabeza. «Venimos de derrotar al kirchnerismo categóricamente en Santa Fe. Pero el autoritarismo que expresa Milei es un límite frente al que no estamos dispuestos a mantenernos prescindentes», meditó.
En la reunión estuvieron dirigentes de los 19 distritos que componen la geografía socialista en el país. Entre ellos, Antonio Bonfatti y Enrique Estevez. Todos pusieron un límite al pronunciamiento: rehusar, tal vez por ahora también, de acudir a la propuesta de Massa de formar un gobierno de unidad.
La definición se hacía esperar, y solo hubo indicios en los últimos días cuando el diputado electo Esteban Paulón declaró que lo que sí estaba claro es que el mandato partidario sería un «no» a Milei.
La definición del socialismo traza la misma mirada crítica y anti K de su aliado en este turno electoral, el gobernador cordobés Juan Schiaretti, por estos días de gira por Arabia Saudita y Qatar junto a Omar Perotti en busca de financiamiento para obras. Pero Schiaretti, ya fuera de carrera presidencial, se ha mantenido al margen de definiciones. Solo su compañero de fórmula, Florencio Randazzo, tuvo un coqueteo con La Libertad Avanza, pero que se enfrió en los últimos días.
Habrá que ver si esta toma de posición del socialismo provoca una definición en el cordobés.
El planteo alude a la «grieta» del escenario político desde la irrupción del kirchnerismo a nivel país. «Fue negocio para unos pocos de la política y sumergió en índice de pobreza inaceptables, niveles de endeudamiento inéditos», prosigue.
Y ante la conclusión de que el voto del 22 de octubre «expresó la necesidad de realizar cambios profundos en la administración del país», el socialismo reparó en que «ninguno de esos flagelos podrán ser superados por quienes proponen la intolerancia, al punto de denominar «excremento» a quien piensa distinto, niegan el rol del Estado en la educación y la salud, en el desarrollo de la ciencia, en el acompañamiento de la producción y el trabajo; quienes niegan el desafío urgente del cambio climático, la violencia machista y los derechos de las disidencias y colectivos vulnerados. A quienes detrás de la palabra libertad expresan un modelo de sociedad profundamente autoritario y excluyente. Y mucho menos quienes incluyen en la propia fórmula presidencial a quien valida la última dictadura cívico-militar y relativiza el terrorismo de Estado».
«Ante la gravedad de este momento creemos que la prescindencia no es una alternativa aceptable (…) Aún con profundas diferencias con el gobierno actual, asumamos la responsabilidad de evitar un profundo retroceso para nuestra democracia y las posibilidades de nuestro pueblo», concluye. «Frente al riesgo mayor que supone la posibilidad de que Javier Milei llegue al gobierno, el Partido Socialista expresa su rechazo al proyecto de La Libertad Avanza y, dadas las condiciones de la contienda electoral, apoya la candidatura de Sergio Massa», finaliza.
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