Luis Muiña, el represor beneficiado por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que redujo su pena, no estaba preso porque gozaba de una libertad condicional desde el 18 de abril del año pasado, según dijeron a Clarín fuentes judiciales.
La libertad condicional de Muiña había sido otorgada por el mismo tribunal que lo había condenado en 2011 a 13 años de prisión. Es el Tribunal Oral Criminal Federal 2 (TOCF2) de la Capital Federal, el que hizo el polémico cómputo de la pena con el 2×1 y que ahora validó la Corte.
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De acuerdo con las cuentas hechas por el tribunal que lo condenó luego de quedar firme su sentencia, el 21 de agosto de 2013 -cuando la Corte se negó a revisar la sentencia- Muiña cumplía su pena el 16 de diciembre del año pasado.
Pero por apelación de la Fiscalía y las querellas, el caso llegó a la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, que dijo que no correspondía aplicar con Muiña el cómputo del 2×1 y que su pena vencía en 2020.
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Por ello, al cumplir los dos tercios de la pena original de 13 años, el represor consiguió la libertad condicional en abril pasado, según explicaron a Clarín fuentes judiciales.
Muiña había sido detenido el 1° de octubre de 2007 por orden del juez federal Daniel Rafecas en el marco de la llamada «causa Bignone» y los crímenes ocurridos en el Hospital Posadas durante la dictadura.