Escándalo en el Vaticano Se trata del polaco Josef Wesolowski. Fue nuncio apostólico en República Dominicana, entre 2008 y 2013.
El Papa Francisco hizo arrestar ayer a su ex embajador (nuncio apostólico) en la República Dominicana, acusado de abusar de chicos ofreciéndoles dinero, el también ex arzobispo polaco Josef Wesolowski, que ya había sido despojado del estado clerical por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La noticia sensacional, porque es la primera vez que un personaje de este nivel termina preso dentro del Vaticano en los tiempos modernos, fue adelantada por La7, un canal privado de televisión, y confirmada oficialmente anoche por el portavoz pontificio, padre Federico Lombardi.
La medida, a la altura de la gravedad de los delitos cometidos por Wesolowski, arrestado ayer a las cinco de la tarde por la Gendarmería vaticana, “ es consecuencia de la voluntad expresa del Papa para que un caso tan grave y delicado sea afrontado sin retardos, con el justo y necesario rigor”, dijo la declaración firmada por el portavoz.
El jesuita padre Lombardi destacó “la asunción plena de responsabilidad por parte de las instituciones de la Santa Sede”.
La línea severa decidida por Jorge Bergoglio para evitar que su ex embajador buscara eludir el castigo amparándose en la inmunidad diplomática o en su condición episcopal, culminó ayer, cuando el Promotor de Justicia de la magistratura del Estado vaticano convocó a Wesolowski, que habitaba en un convento y “le notificó las imputaciones del procedimiento penal a su cargo por graves hechos de abuso en daño de menores ocurridos en la República Dominicana”, señaló Lombardi.
El Promotor de Justicia recordó al ex arzobispo Wesolowski la sentencia del primer grado de juicio del proceso canónico contra el ex embajador, que el 27 de junio último redujo al estado laical al episcopal polaco de 66 años.
Wesolowski ocupó el cargo diplomático en Santo Domingo entre 2008 y 2013, donde fue denunciado por las madres de dos adolescentes de 13 y 17 años de haberles dado dinero a sus hijos a cambio de sexo, entre otros casos.
El prelado polaco fue ordenado sacerdote en 1972 por el entonces obispo de Cracovia, Karol Wojtyla, luego convertido en el Papa Juan Pablo II, quien lo consagró obispo en 2000.
El comunicado del portavoz pontificio señaló que la gravedad de las acusaciones indujo a la magistratura a aplicar “un procedimiento restrictivo” al imputado. Debido a su estado de salud “comprobado con documentación médica”, se dispuso su arresto domiciliario, pero “en un local en el interior del Estado” vaticano y con las limitaciones correspondientes a su libertad individual.
El ex embajador del Papa tiene ahora dos meses para presentar una apelación. No se sabe cuándo comenzará el proceso penal a su cargo. El ex nuncio, cuya actividad “non sancta” con niños pobres dominicanos en compañía de otro sacerdote polaco que huyó cuando estalló el escándalo, fue convocado al Vaticano en el verano boreal de 2013 por orden de Francisco tras el “dossier” que envió al Papa el cardenal arzobispo de Santo Domingo, Nicolás López Rodríguez, para referirle las acusaciones contra el diplomático de la Santa Sede.
El escándalo estalló por la investigación de un periodista dominicano que se convirtió en una denuncia en un canal de televisión privado de Santo Domingo.
La magistratura dominicana hizo una investigación del procurador general, que comprobó la exactitud de las denuncias contra el diplomático papal, cuyas andanzas tenían por escenario un barrio muy pobre donde florece la prostitución infantil con los abusos sexuales por parte de los pederastas.
Hace unos meses, el obispo auxiliar de Santo Domingo, monseñor Víctor Masallas, reanimó las polémicas al denunciar que había visto a Wesolowski paseando en una calle céntrica de Roma. “El silencio de la Iglesia ha herido al pueblo de Dios”, señaló el obispo.
Un comunicado del Vaticano, tocado por la denuncia, indicó que la libertad de movimientos del ex embajador pontificio se debía a que se estaba verificando, por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, “el fundamento de las acusaciones movidas en su contra”.
El caso de Wesolowski había sido criticado por el Comité de la ONU contra la Tortura, que reclamó al Vaticano en varias ocasiones garantizar investigaciones inmediatas e imparciales sobre la conducta del Nuncio.
Fuente: Clarin