A 183 años de la usurpación británica, la Argentina invitó al Reino Unido «a reanudar las negociaciones con miras a resolver la disputa», a 183 años de la usurpación británica.
El gobierno nacional reafirmó ayer los derechos de soberanía de la Argentina sobre las islas Malvinas e hizo un llamado al diálogo, a 183 años de la usurpación británica.
El Ministerio de Relaciones y Culto de la Nación emitió un comunicado en el que denunció la ocupación como una forma de «colonialismo» y pidió al Reino Unido «reanudar las negociaciones» para encontrar una «solución pacífica» al diferendo.
«A 183 años de esa ocupación ilegítima que todavía continúa, el pueblo y el gobierno argentino reafirman, una vez más, los imprescriptibles derechos de soberanía de la República sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes», destacó el comunicado de Cancillería.
Subrayó, en ese sentido, que «la Argentina renueva su firme compromiso con la solución pacífica de las controversias, el derecho internacional y el multilateralismo, e invita al Reino Unido a reanudar las negociaciones con miras a resolver —a la mayor brevedad posible y de manera justa y definitiva— la disputa de soberanía» sobre el archipiélago.
De ese modo, el gobierno de Mauricio Macri despejó la incógnita acerca del rumbo que adoptaría su administración respecto de la cuestión Malvinas y ratificó que seguirá en la línea del gobierno anterior.
Sectores kirchneristas habían expresado dudas respecto del compromiso de Macri al evocar unas declaraciones que, en 1997, el entonces presidente de Boca Juniors había realizado al diario Página 12, cuando señaló que la recuperación de las islas representarían «un fuerte déficit adicional para la Argentina».
Sin embargo, durante su campaña presidencial Macri prometió que, si era electo jefe del Estado, no iba a claudicar en la reivindicación de la soberanía de las Malvinas y que honraría los mecanismos de diálogo y búsqueda de consensos para llegar a una solución pacífica, como quedó plasmado en el comunicado de Cancillería.
El texto recordó que «el 3 de enero de 1833 las Malvinas fueron ocupadas por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas allí establecidas legítimamente, reemplazándolas por súbditos de la potencia» invasora.
Señaló, además, que «desde el inicio mismo de su existencia como nación independiente, la Argentina había exteriorizado a través de actos de gobierno la firme voluntad política de ejercer su soberanía efectiva en los territorios australes y espacios marítimos heredados de España».
«Ese objetivo es una política de Estado y responde al anhelo de todo el pueblo argentino», resaltó el comunicado.
Cancillería subrayó, en tanto, que «hace décadas que la comunidad internacional destaca a la cuestión de Malvinas como una de las formas de colonialismo a la que debe ponerse fin e insta a la Argentina y al Reino Unido a encontrar, a la mayor brevedad, una solución pacífica y duradera a la disputa de soberanía, a través de las negociaciones bilaterales».
El documento resaltó que la región sudamericana «ha sido unánime en su rechazo a la presencia militar británica en el Atlántico sur».
Y apuntó que «el Grupo de los 77 y China han reconocido expresamente el derecho que le asiste a la Argentina de emprender acciones legales, con pleno respeto del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes, contra las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos no autorizadas en sus espacios marítimos, lo cual incluye la plataforma continental».
La Cancilleria presento los nuevos limites maritimos del mapa argentino. Los funcionarios destacaron que se trato de un trabajo «de muchos anos», iniciado por gestiones de gobiernos anteriores