Según la denuncia, hubo un pedido de coima en torno a la organización de la Copa América 2011, que tuvo como subsede a Colón.
El escándalo de corrupción sacude a la FIFA y los rebotes también llegan a Santa Fe, ya que el estadio Brigadier Estanislao López de Colón fue subsede de la Copa América de Argentina 2011, cuando el club se encontraba bajo la presidencia de Germán Lerche, uno de los laderos de Julio Humberto Grondona, titular de la AFA en ese momento. Entre los funcionarios detenidos ayer en Zurich figura Eugenio Figueredo, que es vicepresidente del Comité Ejecutivo de la FIFA y hasta hace poco fue titular de la Asociación de Fútbol en Sudamérica (Conmebol). El uruguayo visitó el 6 de mayo de 2011 la subsede de Santa Fe y fue quien encabezó la delegación de autoridades de la Copa América de ese año. Junto a él estuvieron, entre otros, Silvana Gonçalves, directora de Producción de Eventos de Traffic Sports; Leonardo de Pinto, productor general de la Copa América de Torneos y Competencias; y Horacio Margulis, jefe de Prensa de la empresa Traffic Sports. En esa oportunidad, la comitiva fue recibida por el entonces presidente de Colón, Germán Lerche (además era presidente del COI local) y juntos recorrieron las instalaciones de la entidad del barrio Centenario, sobre todo el estadio Brigadier López. En el informe que presentó el Ministerio de Justicia de Estados Unidos se menciona que “un alto oficial de larga trayectoria de la FIFA y de la AFA” pidió un “soborno de siete cifras” por la Copa realizada en 2011 en Argentina, donde la entidad sabalera fue parte. Además, se indica que los presidentes de las federaciones de Argentina y Brasil recibieron en 2013 unos 15 millones de dólares para la organización de las cuatro Copas América de 2015 a 2023. Según el informe de www.canchallena.com.ar, el Co-Conspirador #10 es descripto, en la página 26 de la acusación de 161 páginas, como un “alto oficial de la FIFA, Conmebol y la Asociación del Fútbol Argentino”. Luego, en la página 52, la acusación precisa que en 2011, cuando se celebró la Copa América en la Argentina, era un funcionario “de larga trayectoria” en la FIFA y la AFA. Los fiscales federales también concluyeron que el “Co-Conspirador #10” era “cercano” a Alejandro Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, quien fue intermediario en las discusiones por un soborno de “siete cifras” por el torneo continental que se realizó en la Argentina en 2011. ¿Era Julio Grondona el “Co-Conspirador #10”? ¿Estuvo involucrado en el esquema de corrupción destapado por los fiscales de Estados Unidos? Ante esa pregunta que hizo www.canchallena.com.ar en la conferencia de prensa en la que se presentó la “Copa del Mundo del fraude”, tal como fue bautizado el escándalo, el fiscal federal que firmó la acusación, Kelly Currie, optó por no confirmar ni desmentir. “No vamos a comentar sobre nadie que no esté nombrado en la acusación”, dijo Currie, sin explayarse más en su respuesta. Los fiscales federales llegaron a la conclusión de que Burzaco negoció con otra persona involucrada, el “Co-Conspirador #2”, de la empresa Traffic International, el soborno para el alto funcionario de las organizaciones. Hubo un arreglo: Traffic International aceptó hacer el pago, y Burzaco le dijo que, en vez de pagarlo directamente al “Co-Conspirador #10”, “podía efectivamente hacer el pago simplemente permitiendo que Torneos redujera una deuda que tenía con Traffic por el mismo monto”. Al hablar del pedido de sobornos por los torneos continentales, afirmó: “Lo hicieron una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo”. Currie dijo que el fútbol era “la víctima” de la corrupción, y que el dinero que se habían quedado los funcionarios era dinero que perdían chicos “en pelotas y campos de juego”. Por último, el funcionario del IRS acuñó la frase más celebrada de la conferencia de prensa: “Claramente, esta es la Copa del Mundo del fraude, y hoy les estamos mostrando la tarjeta roja a FIFA”.