Luis Emilio Blanco fue entrevistado por una corresponsal de la cadena británica. El objetivo fue conocer la experiencia de un vecino que vive en el corazón de una zona productiva y los problemas acarreados por las fumigaciones cercanas a zonas urbanas.
La aplicación de agrotóxicos en la región hizo eco a nivel mundial y llegó a las primeras planas de la cadena internacional de noticias BBC de Londres. Grace Livingstone, corresponsal del medio británico y periodista de The Guardian, llegó hasta Sastre para hablar con Luis Emilio Blanco, redactor del diario La Capital. Es que en Europa se abrió un fuerte debate para seguir utilizando el glifosato en la producción agrícola. Por eso, el desembarco de la reportera en nuestra localidad tenía como objetivo central reflejar la experiencia propia de una persona idónea en el tema y que padece en carne propia el hábito de vivir en una de las zonas agrícolas por excelencia del país.
Atraída por la situación que reflejaba las páginas del diario La Capital, Livingstone hizo pie la semana pasada en la cabecera del departamento. El contacto con Blanco se dio a partir de las investigaciones que este impulsó para alertar a la sociedad sobre los peligros y afecciones mediante el uso del glifosato. “Me preguntó cómo llevaba mi caso desde un lugar que se encuentra en el centro de una región agrícola. Su interés tenía como objetivo demostrarle a la población londinense la experiencia de un país que se mueve por el agro e implementa los agrotóxicos de manera corriente”, le dijo el redactor de La Capital a bumerengnews.com.
De acuerdo a lo que explicó Blanco, la semana pasada Europa abrió el debate por la continuidad o no de la utilización de glifosato durante 10 años más. En el viejo continente rige una licencia mediante la cual se aprueba el uso de dicho agrotóxico por una década y la vigencia de la misma concluía el 30 de junio. “Después de una larga polémica, el presidente de la Comisión Asesora de la Unión Europea decidió extender por 18 meses la aplicación de pesticidas. Mientras tanto exigirá a los diferentes países que componen el aglomerado análisis sobre el usos dLuis-Emilio-Blanco-2e agroquímicos”, señalo el corresponsal de La Capital.
El fallo que pueda extender el uso de glifosato en la UE tendrá un peso importante en nuestro país. Según contó Blanco, vecinos afectados por el uso de agrotóxicos ponen el ojo en esas decisiones y toman dichos dictámenes como base de antecedentes. “Para muchos, a veces resulta más creíbles los resultados científicos de otros países que los realizados en Argentina”.
Su primer caso que lo tuvo en el campo de acción fue en Las Petacas. Allí la situación tomó relevancia por el trabajo que realizaban chicos tras su jornada escolar como “banderilleros”. Cabe recordar que años atrás las avionetas encargadas de realizar las aplicaciones aéreas de agrotóxicos no contaban con GPS para marcar el paso. “Hicimos un largo trabajo durante meses para obtener testimonios. Había chicos con malestar y muchos empezaron a sospechar de la vinculación con las fumigaciones. Cuando llevamos estos casos a las páginas de La Capital, desde la Provincia empezaron a revisar la situación”, indico Blanco.
Sin embargo, la falta de información de esos tiempos terminaron con la resolución final de “ponerle coto” a través de una orden donde se prohibía el trabajo de los niños y excluyendo el daño de la salud humana.