«Hay emergencia», enfatizó ayer el ministro de Seguridad Marcelo Sain, tras encabezar una reunión con los miembros de su gabinete, que presentaron un relevamiento sobre la coyuntura y las prioridades a mediano y largo plazo. «Hicimos un cuadro de situación y nosotros vemos que hay un problema muy serio. Nos encontramos con un Ministerio extremadamente débil, sin capacidad administrativa, ni de conducción político institucional de la Policía. Nos queda claro que la fuerza policial se autogobernaba porque el circuito político institucional era inexistente en cuanto a la capacidad de gestión», expresó el funcionario.
Para Sain, la crisis «no tiene que ver con un escándalo en los diarios, sino con un desmanejo de los asuntos públicos, porque evidentemente acá hacían otra cosa, construían sus carreras políticas pero la gestión de la Seguridad Pública estaba completamente ausente».
El ministro prometió un informe completo para febrero pero adelantó «una serie de diagnósticos» parciales. «Hay factores claves que son los intendentes y las intendentas, los gobiernos locales son protagonistas de la cotidianidad en materia de seguridad pública, invierten mucho pero trabajan de manera desconectada con el Ministerio, y queremos trabajar de manera convergente», apuntó el funcionario.