Lo dispuso el titular de la Unidad Regional II para «preservar» al responsable de la seccional, donde murió la docente tras ser esposada
El titular de la Unidad Regional II de Policía, Marcelo Villanúa, desplazó ayer al jefe de la comisaría 10ª, Silvio Cortez, por la muerte de la bibliotecaria de la Escuela Gurruchaga, que falleció el 3 de mayo en esa seccional en un confuso episodio. «Fue relevado en el cargo a raíz de los hechos que son de conocimiento público», precisó Villanúa a La Capital. Fuentes policiales y del Ministerio de Seguridad aclararon que el desplazamiento del uniformado «no implica ninguna imputación» y remarcaron que se adoptó la decisión para «preservarlo» ante el impacto público que tuvo el fallecimiento de María de los Angeles Paris en la dependencia policial. La maestra había acudido a denunciar un intento de robo, terminó esposada y sin vida.
La salida del jefe de la 10ª se conoció anoche, en la previa al encuentro que mantendrán esta mañana los familiares de la bibliotecaria fallecida con el ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro.
Los hermanos de María de los Angeles Paris le reclamarán al funcionario que investigue el accionar de los agentes policiales que esposaron a la docente cuando fue a denunciar un intento de robo, presuntamente para contenerla por un brote psíquico. Minutos más tarde. la maestra de la Gurruchaga fue encontrada muerta en la seccional.
Villanúa confirmó el relevo del comisario Cortez y en su lugar designó al comisario Fernando Rodríguez. «Fue relevado en el cargo a raíz de los hechos que son de conocimiento público», precisó escueto.
Fuentes consultadas por este diario insistieron en remarcar que hasta ahora «no hay ningún elemento que comprometa a la policía» por el fallecimiento de Paris.
E insistieron en la hipótesis de la «muerte natural», basada en los resultados de la autopsia que no encontró signos de violencia sobre el cuerpo de la maestra fallecida.
«Tal vez ayude a descomprimir el escenario», confió un funcionario respecto a los alcances de la salida del jefe de la 10º, horas antes de la reunión de los familiares de Paris con Pullaro.
Mientras tanto, los familiares mantuvieron sus fortísimas críticas hacia el accionar policial. «Hasta ahora todo lo que declaró la policía es una barbaridad. Pedimos que las autoridades empiecen a ser inflexibles con la investigación y no pongan palos en la rueda con declaraciones públicas que no sirven», sostuvo a La Ocho Guillermo Paris.
Para el hermano de la víctima, «el Estado es el que tendría que explicar qué sucedió con mi hermana, y de la parte oficial hay un silencio hermético, llamativo y preocupante».
Guillermo remarcó que a más de dos semanas del fatal suceso, la familia tiene «dudas totales y ninguna certeza. Es increíble que a alguien que ingresó a una comisaría a hacer una denuncia, la traten por la fuerza, dos varones la tomen de los pelos, la insulten, le pongan las esposas y la dejen abandonada en un cuarto».
Paris advirtió que «la policía jamás debió haber utilizado la fuerza. Mi hermana no era una delincuente. Era una ciudadana que fue a hacer una denuncia. Lo de la policía es de una torpeza increíble, pero llamativa. Parece que debe haber algo más que torpeza».
Por su parte, el abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Sebastián Sansevich, que asesora a los Paris, ratificó la sospecha que María de los Angeles «quería huir de alguna situación». Y comentó que aportaron filmaciones a Fiscalía «que tal vez puedan llevar a determinar qué pasó» desde que llegó a la comisaría 10ª y hasta que murió.