El fallo de la Cámara de Casación Penal a favor del ex jefe de Policía de Santa Fe cuestiona las decisiones que lo mantuvieron preso, acusado de proteger la actividad de dos narcos
La Cámara de Casación Penal confirmó la absolución del ex jefe de la policía provincial de Santa Fe Hugo Tognoli en la causa por la que fue juzgado acusado de proteger la actividad de dos narcotraficantes. Fuentes judiciales indicaron que el fallo refiere a un «déficit investigativo» en el caso por el cual se deberá informar a la Procuración General de la Nación.
El ex jefe policial, en tanto, está en libertad tras cumplir una condena a seis años dictada por un tribunal federal de la ciudad de Santa Fe por «encubrimiento agravado por ser especialmente grave, haber actuado con ánimo de lucro y ser funcionario público además de incumplir con la obligación de perseguir y reprimir delincuentes».
Tognoli fue detenido el 21 de octubre de 2012 por orden del Tribunal Oral Federal (TOF) de Rosario en el marco de una investigación por encubrimiento a narcos del sur provincial entre ellos Aldo «Totola» Orozco y Andrés Ascaíni, quienes años después fueron juzgados junto con él. Si bien días después de ser detenido, el 5 de noviembre, recuperó la libertad ya que la fiscal Liliana Bettiolo no halló pruebas para inculparlo, la entonces Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó decidió remover de su cargo a Bettiolo y puso en su lugar al fiscal Juan Patricio Murray.
Este fiscal reactivó la causa y acusó a Tognoli de liderar una «empresa criminal conjunta» con fines de obtener réditos a partir de la protección a narcotraficantes. Así, el 7 de marzo de 2013 el ex jefe policial volvió a ser detenido. A mediados de 2018 el caso llegó a un juicio oral ante el Tribunal Federal 2 de Rosario conformado por los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Otmar Paulucci.
Junto con el ex jefe policial se sentaron 26 personas, ya que se ventilaron tres causas conexas. La más importante es la que tuvo como acusado a Tognoli por hechos previos a su designación al frente de la policía santafesina, cuando era titular de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (DGPCA), la ex Drogas Peligrosas de la provincia. Lo acusaron de brindar cobertura a Ascaíni, a quien desde la comisaría de Villa Cañás le informaron que una camioneta que lo seguía era de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Para consultar en el Registro de Propiedad Automotor de quién era ese vehículo se usó la clave alfanumérica «segu 210183», que había sido gestionada por Tognoli cuando era jefe de la DGPCA.
Finalmente Tognoli fue absuelto ayer por esos delitos con el voto unánime de los tres miembros del tribunal que le otorgaron el beneficio de la duda. En el mismo proceso los demás policías que fueron juzgados recibieron condenas, entre ellos el ex jefe de la Brigada Operativa de Drogas Peligrosas de Venado Tuerto, Néstor Fernández, al que impusieron diez años de prisión como partícipe necesario de tráfico de estupefacientes, en una decisión dividida. Los dos sindicados jefes de bandas de vendedores de droga también fueron condenados. A Carlos Andrés Ascaíni, de Villa Cañás, le dieron diez años de prisión y al firmatense Aldo «Totola» Orozco lo sentenciaron a doce.
Tognoli fue acusado de brindarle protección a Ascaíni a partir de una escucha del 25 de noviembre de 2009, cuando este último llamó a la comisaría de Villa Cañás y le pidió a un policía que le dijera a quién pertenecía la Isuzu blanca patente DSI 951 que lo seguía. El policía Carlos Quintana atendió ese llamado y lo reconoció por su nombre. Luego alguien hizo la averiguación con una clave asignada al comisario Néstor Juan Fernández, entonces a cargo de la brigada venadense de Drogas. Con esa clave se determinó que la chata era de la PSA y alguien se lo comunicó a Ascaíni.
Las defensas plantearon enfáticamente en el juicio que Tognoli gestionaba como jefe las claves pero luego las asignaba al personal. Es decir que no tenía control ni idea sobre el uso que se hacía de esas claves. También se señaló con testigos que la clave de Fernández estaba pegada en una oficina policial de Venado Tuerto a disposición de todo el personal con lo cual no podía concluirse que fue este oficial quien hizo la consulta que pedía Ascaíni. Otros indicios planteados por los fiscales Adriana Saccone y Adolfo Villate fueron rebatidos.
Los defensores subrayaron que la duración del trámite y su complejidad devienen de que de manera artificial, según ellos, se anudaron tres causas con el propósito de generar una relación entre los policías con los acusados de pertenecer a los grupos narcos. La que inicia el trámite con que los fiscales implicaron a Tognoli es la causa de Mauro Miguens, acusado de ser un vendedor de Ascaíni. Este fue detenido en mayo de 2012 transportando 1,2 kilo de cocaína que, según una pericia oficial, resultó ser una solución de azúcar y anestésicos en un 96% con una concentración de cocaína del 4%. El operativo lo hizo el ex jefe de Drogas Alejandro Druetta, actualmente juzgado por conspiración a favor del narco Ignacio Actis Caporale, quien lo acusó durante el debate de haber sido el jefe de la organización para la cual trabajaba.