El fiscal Moreno dijo que el club de Arroyito fue perjudicado por las maniobras del jefe de la barra brava canalla.
El fiscal Miguel Moreno consideró que Rosario Central se convirtió en una víctima de las maniobras realizadas por Andrés «Pillín» Bracamonte a través de sus empresas y evaluó que el papel del club «es la materia prima del enriquecimiento» del jefe de la barra brava canalla.
La jueza de 1ª Instancia Valeria Pedrana le dictó hoy a Bracamonte la prisión preventiva por el plazo de ley (dos años) por lavado de activos, luego de que Moreno lo imputara ayer por ese tipo de maniobras por un valor cercano a los 38 millones de pesos.
«El papel del club es la materia prima del enriquecimiento de Bracamonte. Esto ha generado inconvenientes para la institución porque entiendo que el capital que integra el patrimonio de las personas allegadas y las empresas de las que Bracamonte es socio está construido en función de perjudicar al club y a negocios allegados al club», declaró el funcionario del MPA ante los periodistas que lo consultaron al finalizar la audiencia.
Luego de comentar algunos detalles de la audiencia en la que la magistrada desestimó el pedido de la defensa para que la causa sea tratada en la Justicia Federal, el fiscal se refirió a la posición del club de Arroyito en relación a las actividades que desarrolló Bracamonte.
Moreno dijo que no había evidencias de que dirigentes del club estuvieran involucrados aunque aclaró que se llamará a declarar a varias personas «en calidad de testigos pero no como sospechosos. Sí hay personas que trabajan en el club que podrían estar implicados en las maniobras que le achacamos a Bracamonte como materia de lavado de activos».
El fiscal detalló además que desde el Ministerio Público de la Acusación se entendió que la gravedad de los hechos, la magnitud del daño ocasionado, la posición de Bracamonte al frente de la barra brava de Central y los mecanismos que general utilizan las barras para hacerse de bienes «son elementos que no podía permitir de ninguna manera que él transcurriera el proceso en libertad porque se corren los dos riesgos procesales que la prisión preventiva intenta evitar, que son el entorpecimiento probatorio y el riesgo de fuga». Posteriormente, destacó que la expectativa de pena para este tipo de delito va desde 4 años y medio a 13 años y 4 meses de prisión.
Tras recordar luego que la relación de Bracamonte con el representante de futbolistas Juan Carlos Silvetti «persiste al día de hoy», Moreno fue consultado por probables imputaciones al socio de Bracamonte: «Las actividades que el doctor (Horacio) Usandizaga le achacó a Silvetti en su momento están fuera del alcance penal por el transcurso del tiempo. No obstante, como hecho precedente de lavado de dinero sí nos dan un contexto. En la actualidad la realidad es que la empresa Cabrasi todavía no ha tenido desarrollo comercial. Habrá que ver qué actividad vinculada a esa sociedad podría resultar ilícita».
Finalmente, el funcionario explicó que de momento no tiene en vista nuevas detenciones «pero sí profundizar la investigación e imputar a las personas que administran los bienes que se adquirieron con el dinero de Bracamonte», al tiempo que planteó que se evaluará la responsabilidad del intendente del club de Arroyito, Juan Carlos Quiroga, quien figura como socio en una de las empresas de Bracamonte.
Foto y texto: La Capital