La ministra de Educación dijo, además que la definición de un nuevo formato de una escuela para funcionar en tiempo de pandemia no puede ser un «menú a la carta».
La ministra de Educación, Adriana Cantero, aclaró este miércoles que ante la inminencia de una segunda ola de coronavirus en el país, «no están dadas las condiciones para tener a todos los chicos en el aula» como plantean grupos de padres de alumnos de varios establecimientos educativos, al tiempo que planteó que «no ayuda» que haya tantos relevamientos de datos de escuelas sobre cumplimiento de protocolos destacando que «la definición de un nuevo formato de una escuela para funcionar en tiempo de pandemia no puede ser un menú a la carta».
Cantero, en declaraciones al programa «El primero de la mañana», de LT8, la titular de la cartera de Educación señaló que «si somos consecuentes con lo que venimos hablando, no podemos estar planteando una actividad de recuperación de clases con todos los chicos en el aula, simultáneamente, rompiendo el distanciamiento social, permaneciendo más tiempo en el aula de lo que ya se está. Es decir, no están dadas las condiciones, con una segunda ola que ya se anuncia, para que estemos con todos los chicos en el aula sin cumplir con los requisitos mínimos del cuidado de la salud que impone el vivir atravesando una pandemia. Creo que eso no merece más explicación».
«Nosotros -prosiguió la titular de la cartera de Educación- estamos pensando en la planificación de un sistema que tiene más de 4.000 escuelas, que están ubicadas en zonas geográficas distintas, con características distintas. Entonces pensamos un dispositivo con razonabilidad, imaginando el cuidado de la salud de los chicos y adultos que habitan la escuela. Pero como siempre, y aunque alguno se moleste, esta definición de un nuevo formato de una escuela para funcionar en tiempo de pandemia no puede ser un menú a la carta. Cada uno quiere algo diferente, es imposible planificar así. Se planifica con criterio de sistema educativo y cuando se hace así se analizan todas esas variables. Esto no es una cuestión caprichosa, estamos viendo cómo mantener lor protocolos de cuidados de la salud de todos en una actividad donde hay que priorizar la enseñanza».
Por otro lado, la ministra trató de cerrar la polémica con los gremios Amsafé y ATE Rosario -que presentaron un relevamiento realizado en 150 establecimientos escolares tras las dos primeras semanas de clases, donde se remarcaba que cuatro de cada diez debieron implementar burbujas aisladas por sospechas de coronavirus y dos de cada diez escuelas exhiben casos positivos ya confirmados-, al señalar que «no ayuda que hayan tantos relevamientos diferentes, por distintas fuentes de información, que confunden un poco a la comunidad. En este momento tenemos que ser un poco más ordenados. La escuela está aprendiendo a funcionar en un modo diferente al que lo hizo toda la vida. Estamos en un momento complicado de la pandemia y hay que verlo. Nosotros, en Santa Fe, estamos acordando con el Ministerio de Salud la designación de un referente en cada regional educativa específicamente destinado a recibir la información que los efectores de salud van enviando respecto de las denuncias de casos sospechosos o confirmados, de manera de centralizar la información. En los próximos días enviaremos una nueva circular a las escuelas para recordarles cómo es el procedimiento de comunicación y quiénes deben orientar de cuándo y cómo se debe proceder al aislamiento».
Cantero recordó que el protocolo que se aplica en los establecimientos educativos es federal, «aprobado por los 24 ministros provinciales del país, con consultas pertinentes a los científicos que abonaron las ideas posibles para un protocolo de la actividad educativa. Allí se conjugan el cuidado de la salud que rige la organización de la enseñanza, como el uso de barbijos, distanciamiento, aseo de manos, y eso lleva un tiempo. Y también está la la limpieza de aulas entre módulos. No podemos cambiar el protocolo federal porque un grupo de gente en Rosario, sólo en Rosario, dice que ese protocolo hay que cambiarlo».
Si bien admitió que «hay preocupación en las escuelas» subrayó que «lo que sí comprobamos es que la escuela no es un lugar que incrementa la curva de contagios, es un lugar de cuidados, donde se cumplen los protocolos. No vemos, hasta la fecha, incremento de contagios que se produzcan desde la escuela».