Tras la función de apertura del miércoles con «The Congress» de Ari Folman llegó el turno de empezar a conocer a las representantes de las tres secciones competitivas de largometrajes.
Trasandina. “Volantín Cortao” es una de las dos películas chilenas que se presentan en la sección oficial.
Arrancó la competencia del 16º Bafici, el festival porteño de cine independiente que se consolida cada año más y en esta nueva edición se dedica a profundizar algunos cambios estructurales del año pasado, entre ellos la nueva sede y el nuevo director. Tras la función de apertura del miércoles con «The Congress» de Ari Folman (el mismo de la excelente «Vals con Bashir») llegó el turno de empezar a conocer a las representantes de las tres secciones competitivas de largometrajes. La respuesta del público sigue siendo tan alta como en ediciones anteriores. Es muy difícil conseguir entradas si uno intenta comprarlas en el mismo día.
«Volantín Cortao» fue la primera de las películas exhibidas en la Competencia Internacional, y una de las dos representantes chilenas. En ella una trabajadora social insatisfecha con su vida se vincula con un joven de un centro de reinserción de menores. Se trata de una rigurosa adaptación del estilo seco de los hermanos Dardenne («El niño de la bicicleta») a un ambiente marginal de ciudad latinoamericana. El drama se sitúa en algún barrio de Santiago pero bien podría suceder en Rosario o Buenos Aires.
Mucho más clásica, pero al vez notable en actuaciones y puesta en escena resultó «Grand Central», una película francesa que tuvo su paso por el Festival de Cannes. La película se vale del talento de Tahar Rahim (protagonista de «Un profeta» y de «El pasado», que sigue en cartel en Rosario) y Lea Seydoux (conocida por «La vida de Adele» y con un pequeño papel en «El Gran Hotel Budapest»). A ellos se le suma la sorprendente participación del argentino Nahuel Perez Biscayart («El aura»). La película combina con mucha eficacia drama, romance y suspenso. El trabajo de la directora recuerda al de Kathryn Bigelow en su retrato de un universo masculino de empleados de una planta nuclear.
«Mary is Happy, Mary is Happy» es hasta ahora la propuesta más original y extrema. Una muy libre e ingeniosa reconstrucción de la vida de una adolescente tomando como base una serie de tweets reales. La película tailandesa se basa en 410 publicaciones consecutivas de una cuenta de Twitter y juega a ilustrar esos textos de manera literal o metafórica. Una propuesta ambiciosa, excesiva y novedosa.
Para hoy y mañana se espera en el Bafici el estreno de varias de las películas argentinas en competencia. Hay mucha expectativa por conocer los nuevos trabajos de directores como Santiago Loza, Rodrigo Moreno y la dupla Mariano Cohn-Gastón Duprat. Opciones que valen como muestra de todo lo que puede ofrecer un festival que seguirá su curso hasta el 13 de abril.
Diario La Capital