El fundamento principal estará basado en lo publicado ayer por Zona Crítica, que reveló que el juez es hijo del ex socio gerente del Complejo Piedras Blancas, uno de los deudores más grandes que detectó la Comisión Nogueras.
Por estas horas la fiscal de la Unidad de Delitos Complejos Mariela Jiménez le da forma a la apelación de la resolución dictada la semana pasada por el juez Pablo Busaniche, que resolvió declarar prescripta la acción pena en la causa en la que se investigaba el vaciamiento del Banco de Santa Fe, ocurrida entre 1979 y 1994 aproximadamente.
En ese expediente estaban imputados varios ex directores de la entidad de crédito que fueron responsables penales del mayor desaguisado económico producido en el banco en las gestiones, principalmente, de Vernet, Reviglio y Reutemann como gobernadores.
La apelación, cuyo plazo vence este viernes, girará en torno a lo publicado este martes en Zona Critica, que detectó que el juez que falló en favor de la prescripción es el hijo de quien fuera el socio gerente y cara visible del Complejo Turístico Piedras Blancas, Osvaldo Busaniche, quien dejó una deuda de 2.300.000 dólares sin pagar en el Banco, uno de los créditos impagos «más perjudiciales para a entidad» según e Informes de la Comisión Nogueras, elaborado por Universidades públicas en la segunda mitad de la década del noventa.
Busaniche tomó dos créditos en los años ochenta para financiar la obra en Piedras Blancas, que llegó a contar con un mini zoológico y un complejo de aerosillas. El segundo de los créditos contó con la garantía de la Provincia.
La fiscal plantearía que por esta razón no se tuvo en cuenta la garantía de imparcialidad, pero además sumará a los agravios tener en cuenta los antecedentes de la causa y varios informes y testimonios que dan cuenta de «un simulacro de investigación» como lo calificó la Procelac en 2013 por pedido del fiscal federal Walter Rodríguez, uno de los pocos funcionarios que pretendió evitar que la causa caiga en el destino de la impunidad. Para el MPA local no debe soslayarse esta situación y profundizar entonces en la figura conocida como «cosa juzgada fraudulenta».