El club de la Avenida López y Planes consiguió un nuevo ascenso a la máxima división del fútbol argentino, otra vez de la mano de Leo Madelón. El equipo de rojiblanco sumó este sábado su séptimo triunfo consecutivo al derrotar 2-0 a Temperley. Ese andar implacable le permitió asegurarse una de las plazas en juego para volver a Primera cuando restan cuatro fechas por jugarse. Este domingo El Litoral publicará un suplemento especial y, el lunes, no te pierdas el poster de regalo.
Unión derrotó esta tarde 2 a 0 a Temperley y consiguió el ascenso a Primera división, el séptimo de su historia, al asegurarse una de las cinco plazas de la Zona B del Nacional B, de la cual es líder indiscutido.
El logro del equipo rojiblanco llega cuando aún restan cuatro fechas por disputarse y se confirma en un momento espectacular del primer equipo, que hoy se impuso con anotaciones de Claudio Guerra de penal (es el goleador del certamen) y Lucas Gamba, pero que acumuló con este encuentro siete triunfos en forma consecutiva, a lo que hay que agregarle que en los últimos seis partidos no recibió goles. Sin dudas este andar demoledor le permitió desatar un merecido festejo, otra vez de la mano de Leonardo Madelón, quien ya había conseguido un ascenso con el Tate como jugador, en el recordado mano a mano con Colón en 1989.
El triunfo de hoy fue claro y merecido, sin sobresaltos, con las mismas virtudes que el equipo mostró en estos últimos encuentros: sólido en defensa, efectivo, y muy inteligente para saber jugar con la ventaja a favor. Unión pareció invulnerable. Y no es un dato menor que el rival de hoy es el escolta en el torneo.
El partido comenzó equilibrado, pero cuando el Tate se acomodó en la cancha metió una serie de “golpes” hasta que logró ponerse arriba. A los 12’ llegó la primera situación de gol cuando la defensa de Temperley despejó el balón pero quedó cerca del área y Montero le dio como venía, pelota que cruzó el área y salió cerca del segundo palo. Dos minutos después fue Zurbriggen, también desde fuera del área, el que sacó un violento disparo que salió apenas desviado. Y a los 15’, desde el vértice derecho del área, Triverio sacó una media vuelta y la pelota se muy cerca.
Finalmente, a los 17’ vino un tiro de esquina y un defensor tomó a Guerra dentro del área y lo derribó, por lo que Lunati cobró penal. La falta fue ejecutada por el propio goleador, que a los 18’ estableció el 1 a 0, ventaja que ya era merecida.
Hasta ese momento Unión no había pasado sobresaltos, y con la ventaja del resultado no tuvo mayores inconvenientes en manejar el trámite del partido ante un rival que intentó, pero no consiguió arrimarse al arco de Nereo. Mientras, el local siguió buscando y se mostró más cerca del segundo que el visitante del empate.
Recién en el final, a los 45’, Temperley tuvo su primera situación de gol cuando desde muy lejos el defensor Gastón Aguirre sacó un tremendo disparo que dio en el travesaño. Y tras esa jugada, en tiempo de descuento, el Tate consiguió el 2 a 0: Triverio peleó y ganó la pelota, desbordó por la derecha (un sector en el que los de Madelón encontraron muchas facilidades para avanzar), llegó hasta el fondo y metió un centro bajo al área chica por donde apareció Gamba (había ingresado pocos minutos antes por Guerra, lesionado) que solo tuvo que empujar la pelota a la red.
Si hasta allí la cancha era pura alegría, con el segundo gol comenzaron los festejos: los hinchas ya se sentían de Primera.
En el comienzo del segundo período un jugador de Temperley le pegó desde fuera del área y el balón se fue cerca del segundo palo. Fue un aviso, pero nada más que eso.
A los 10’ el arquero Crivelli llegó para interceptar un pase al área chica cuando ingresaba Triverio y por muy poco Unión no marcó el tercer tanto.
Tras ello apareció el arquero rojiblanco para evitar el gol de Aguirre, y a los 14’ contestó Unión de contra cuando volvieron a juntarse Gamba y Triverio y este último bajó la pelota dentro del área, pero se quedó con poco ángulo para definir ante el guardavalla.
Temperley se la jugaba para alcanzar el descuento, pero el dueño de casa jugaba tranquilo y encontraba espacios para lastimar de contra.
A los 29’ Nereo Fernández le tapó un mano a mano a Dinenno. Esa fue la última acción de riesgo en todo el partido, ya que los 15 minutos finales no hubo mucho para destacar. El estadio, que estuvo colmado, fue una fiesta y, con el pitazo del final, fue una explosión. Unión volvió a primera, y lo hizo con solvencia, no dejó lugar a dudas, siendo hasta aquí el mejor equipo del torneo. Ahora seguramente irá por el campeonato, pero el objetivo principal ya se consiguió, y de una manera inobjetable.