Edgardo Baigoría (foto), policía santafesino y hermano del ex jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas, es uno de los principales detenidos en la causa narco que tuvo esta mañana un colorario de 20 allanamientos. El rol de dos gendarmes y las sociedades que lo unen a Luis Paz, padre del “Fantasma”, asesinado en 2012 por orden de la banda de Los Monos.
Por orden del juez federal Francisco Miño se allanaron y registraron 23 domicilios en el marco de un expediente impulsado por el Fiscal Walter Rodriguez. En ese marco fueron detenidas cinco personas, se secuestraron billetes de distintos países y un poco de droga.
Edgardo Oscar Baigoría, suboficial de la policía santafesina, con 17 años en la fuerza, es el principal detenido en la causa judicial federal que se tramitó en la Fiscalía Federal y que tuvo un cierre parcial en la mañana de este miércoles cuando personal de Gendarmería y de la PDI local allanaron una veintena de domicilios en Santa Fe, Santo Tomé, Rincón, Rafaela, Rosario y uno en provincia de Buenos Aires.
La pesquisa que terminó con 4 personas investigadas como líderes y unos 10 como satélites de éstos, es la resultante del cotejo de datos que aparecían dispersos pero que guardaban relación entre sí. Básicamente, los investigadores pudieron dilucidar que, además de Baigoría, integraban la banda Emanuel Maximiliano González, Carlos Alberto Ferrero, Adrian Sosa (alias “perro”) y Santiago Alejo, éstos dos últimos gendarmes.
Para lograr vincular a los actores con los hechos se cruzaron los datos de 4 causas federales relacionadas al tráfico de drogas: una tramitada en Formosa, otra en Misiones, una Salta y la última en nuestra jurisdicción. Por ejemplo, en la que se desarrolló en Formosa, iniciada el 12 de diciembre de 2015, cuando un control de Gendarmería detectó 32 kilos de cocaína en una auto Mercedes Benz, en donde se trasladaban César Castagnino y Javier Dominguez (entonces funcionario de la policía santafesina). Castagnino es el hermano de la esposa de Baigoría, Yamila Evelyn, y en esa causa fue condenado a 4 años y ocho meses de prisión. Las escuchas telefónicas demuestran que Baigoría mantenía conversaciones con Domínguez, quien le reclamaba que ayude económicamente a su familia y que pague los honorarios a la abogada que lo asisitó. Quince días antes, Baigoría ingresó a Paraguay en un vehículo propiedad de su esposa. El oficial de la policía santafesina, junto a González, se encargaron de llevarle el dinero a la familia de Dominguez, preso en Formosa, y a su abogada.
Otro de los casos relevados fue el que ocurrió en el paso de Apóstoles, donde el 8 de julio de 2016 se encontraron abandonados 560 kilos de marihuana. La causa no tuvo detenidos y prontamente se archivó. Sin embargo, quedó el registro de un pedido de colaboración policial en la zona mencionada, a las 0.30 de la madrugada, en dónde se mencionan dos vehículos sospechosos. Una Ranger color rojo y un Suzuky Fun color rojo. El auto fue interceptado. En el mismo iba Baigoría con dos personas más. En cuanto a la camioneta, un testigo del hecho mencionó que la Ranger avanzó por un yerbatal y luego volvió hacia la ruta. Sin embargo, los 560 kilos de marihuana aparecieron abandonados en un campo de Apóstoles. Un policía Misionero de apellido López mencionó que se comunicó con la jueza federal de Misiones y le pidió directivas respecto a los demorados, entre ellos Baigoría. “Me dijo que los libere y terminé descartando el acta donde documenté todo lo sucedido”, señaló.
El caso Salta
La causa judicial abierta a partir de un procedimiento policial en la ruta provincial 5,a la altura de Las Lajitas, en donde se secuestraron 4 kilos de cocaína, también fue clave para los pesquisas. Es porque el detenido, Jorge Correa, se trasladaba en una Chevrolet s-10 color gris. En ese vehículo vino desde Misiones (de donde es oriundo Correa) a Santa Fe, y el 13 de noviembre de 2017 le firmó un poder en favor de Baigoría en una escribanía local para que el policía investigado pueda circular.
Finalmente, se unió al mapa de relaciones una causa tramitada en Santa Fe, vinculada a una investigación de Gendarmería que acabó con un santotomesino detenido, el 17 de marzo pasado. Ése día se allanó un domicilio en la ruta 19, a la altura del kilómetro 2,1 y fue detenido Jorge Amarillo, alias “Tato”, que tenía en su poder marihuana, poco menos de un kilo de cocaína y varias plantas de cannabis. El gendarme a cargo del operativo relató que, en circunstancias de llevar adelante el operativo se acercó a él una persona que dijo ser el papa de “Tato” quien le comentó que la droga era de Edgardo Baigoría, que trabajaba en la policía santafesina, que trabaja en conjunto con Emanuel González, “ambos tienen un taller cerca del Samco”, señaló. Y agregó: “mi hijo manejaba un camión, pero luego empezó con esto de las drogas, yo lo aconseje que deje pero no me hizo caso”. El mismo hombre le manifestó al gendarme que su hijo trabajaba para Baigoría, González y Vicente Pignata – un narco regional que fue condenado el 8 de marzo del año pasado en un juicio abreviado a 6 años y medio de prisión, pero que insólitamente fue apelado por la defensa y por ello se encuentra a resolución de la Cámara de Casación – .
Para hacerse de dinero Baigoría cambiaba plata con un “arbolito” de apodo “Tincho” en plena peatonal santafesina, con quien cambió –en al menos una oportunidad- cerca de medio millón de pesos.
Para la Fiscalía, las maniobras de Baigoría y González fueron ocultadas deliberadamente por dos gendarmes: Damian “El Perro” Sosa y Santiago Alejo, ambos sindicados como responsables de hacerle eludir a Baigoría el control de las fuerzas. Sosa, Alejo y Baigoría intercambiaron mensajes de textos y comunicaciones en aproximadamente 100 oportunidades. “El Perro” ya había quedado en el radar de la Fiscalía en oportunidad de investigar al narco de Alto Verde, Sergio “Zurdo” Villarreal, en donde Sosa también habría dado cobertura al traficante. También aparece en escuchas telefónicas en otra causa federal tramitada en Reconquista, en donde uno de los imputados reconoce que “El Perro” da cobertura a los búnker de la mano de “Martín”, entonces en Inteligencia Zona Centro de Drogas Peligrosas.
Otro de los elementos que su tuvo en cuenta para asociar a Baigoría con el negocio narco fue lo declarado por un imputado en un juicio oral en Paraná. Allí señaló que “el negocio de la cocaína en Santa Fe lo maneja un tal ‘Cabeza’, de apellido Sarravia o algo así, la droga la trae de Salta y la almacenan a 5 cuadras de la cancha de Colón. Tiene una cochera en Santo Tomé, cerca de una estación de servicios, donde todos los autos que están allí pertenecen a los dueñs de la droga”.
Un socio de renombre
Baigoría, de 46 años, 17 en la Policía santafesina está vinculado a una empresa adjudicada a Luis Paz, padre de Martín “Fantasma” Paz, asesinado en septiembre de 2012 por orden del clan Cantero, en Rosario. Luis, radicado desde 2013 en Santa Fe, primero en un country y luego en un barrio residencial, tiene varias empresas constituidas en la provincia de Santa Fe.
En agosto de 2015 Baigoría firmó una declaración jurada en la que informó que es socio de la empresa Distinción S.R.L, por la que cobraba un salario de $ 15.000. No declara domicilios de su propiedad pero tiene tres vinculados a él, uno de ellos declarado como domicilio Fiscal. En 2015 declaró tener un Ford Sierra como único coche, pero tiene disponibilidad sobre unos cinco, todos a nombres de terceros. En Distinción es socio de Emanuel González, que también es socio de la empresa Paz S.R.L, donde comparte el paquete accionario con dos hijas de Luis Paz y su esposa. Pese a no pagar ART, tener poco movimiento en la AFIP y en el API, la empresa que integra Baigoría tiene dividendos para pagarle un sueldo.
Autor: Héctor Martín Galiano