Este viernes por la tarde las Tropas de Operaciones Especiales detuvieron en Santa Fe a Mariano Valdéz, el ex delegado de la Federal en la capital santafesina que fue baleado hace 10 días. La pista pasional, como el ataque mafioso, descartados.
Las Tropas de Operaciones Especiales detuvieron este viernes en la capital santafesina a Mariano Valdéz, el ex delegado dela PFA en la ciudad. La misma suerte corrió su segundo en el puesto, el comisario Alberto Bellagio. La orden vino desde la Fiscalía de Delitos Complejos de Rosario, a cargo de Matías Edery. El próximo lunes serán ambos indagados en Villa Constitución, de acuerdo a lo informado por voceros del Ministerio Público de la Acusación.
Unos 10 efectivos de la TOE, comandados por su jefe Maximiliano Bertolotti, encabezaron el operativo desde las 15 horas. Luego se sumaron otros 10 gendarmes que requisaron una camioneta importada, estacionada el frente de la delegación local en calle San Martín, casi Santiago del Estero.
Valdés y Bellagio fueron trasladados a Rosario cerca de las 22 horas, luego de un allanamiento que dejó exhaustos a los testigos, dos señores mayores, que lo menos que imaginaron en la siesta amable de la ciudad fue terminar observando un operativo judicial.
El comisario Valdéz fue baleado en un confuso episodio el 9 de septiembre pasado en la zona de Villa Constitución, sobre la autovía que une a Buenos Aires con Rosario, alrededor de las 21 horas. Ese episodio fue muy cuestionado, aunque la propia ministra de Seguridad se encargó de definirlo como “un ataque mafioso”, para luego tratar a Valdés de “mentiroso”. Los dichos de la jefa de la cartea obedecieron a que las pericias fueron rebatiendo la versión del comisario, que manifestó que lo habían querido asaltar en medio de la noche, justo cuando paró en la banquina a cambiarle la yerba al mate. No iba solo en el Ford Focus oficial, lo acompañaba una joven de 27 años, llamada Roxana González, una suboficial de la fuerza con menos de un año de antigüedad.
Valdés recibió un tiro en la ingle y otro en el brazo derecho, lo que hacía dificultoso entender la versión del enfrentamiento directo con los presuntos asaltantes. Las pesquisas dieron cuenta además que los disparos fueron de adentro hacia afuera con las armas oficiales, presumiblemente.
LOS OJOS DEL JEFE: El comisario Maximiliano Bertolotti, jefe de las TOE, supervisó el operativo
Este viernes, en conferencia de prensa, Edery señaló que la detención del policía obedece a que “se detectaron inconsistencias e incumplimiento de deberes de funcionario público que fueron apareciendo en el transcurso de la investigación y cuya identificación se va a determinar en el día de la audiencia». Para los investigadores, Valdés y su segundo en el mando adulteraron la escena de los hechos para adulterar las pruebas, desde el momento de la agresión con las armas de fuego y posteriormente al suceso. Belllagio, de acuerdo a la teoría del hecho, llego después de los tiros, para “acomodar el cuadro”. Antes, Valdez paró efectivamente en la ruta, se bajó del auto, conversó con al menos un sujeto que se trasladaba en una camioneta. A charla se puso caliente, sonaron las balas. La agresión siguió dentro del auto, de ahí se explicarían los disparos en los vidrios. En ese plano de conjeturas, la Fiscalía entiende que González, la joven que acompañaba al jefe hacia Santa Fe, no tuvo ninguna intervención en los hechos imputados a los dos ex jefes.
TODO FUE UN CUENTO. Valdez y González, el 9 de septiembre pasado llegan a la estación de servicios de la ruta. Las cámaras toman ese instante.
Una chata de lujo
La llegada de Gendarmería a la Delegación local de la PFA tuvo un objetivo concreto: requisar ciertos espacios internos del edificio y, principalmente, una Mitubishi L200 Sportero DI-D Common Rail 4×4, color azul metalizado. La “chata” es importada y está valuada, según el modelo, entre los 15 mil y 40 mil dólares, de acuerdo a lo aportado por un investigador. La Pick UP fue inscripta en marzo de 2017 en el Registro de la Propiedad Automotor Número 14 de La Matanza, en provincia de Buenos Aires. Valdéz tiene el 50% de la propiedad del vehículo, que descansaba frecuentemente en una vivienda de la localidad bonaerense de Rafael Castillo. La otra mitad está a nombre de una mujer, que habita la misma casa del ahora ex jefe de la delegación local de la PFA.
CAMIONETA REQUISADA. Una chata importada fue allanada en presencia de testigos. Es propiedad de Valdéz.