Las elecciones quedaron empañadas por denuncias de sufragios falsos y de intimidación de votantes.
Agregó que es necesaria la unidad nacional y pidió a todos «pensar en el futuro de nuestra gloriosa patria». Y terminó por instar al público a corear: «¡Rusia! ¡Rusia!».
La victoria electoral implica que Putin estará seis años más al timón de Kremlin. Sin embargo, las elecciones fueron empañadas por denuncias de votos falsos y de intimidación de votantes, pero tales quejas difícilmente afectarán la autoridad de Putin.
La victoria de Putin no estaba realmente en duda. El desafío era lograr un margen suficientemente amplio para exhibir legitimidad. Según los sondeos, obtuvo más del 70%.
Un sondeo indicó que Putin ganó con el 73,9% de los votos. El Centro de Estudios de Opinión Pública Toda Rusia (VTsIOM) consultó a 161.000 votantes en 1.200 municipios de 68 provincias rusas, y tenía un margen de error de 3,5 puntos porcentuales. Los resultados se asemejan a los recabados en el Lejano Oriente de Rusia.
La Comisión Central Electoral reportó que con 21% de todos los municipios contados, Putin llevaba la delantera con 71,9% de los votos. Mientras tanto, el candidato comunista Pavel Grudinin llegó segundo con 11,2% y el ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky sumaba 6,7%.
Putin tuvo que competir oficialmente con otros siete candidatos, pero ninguno tenía posibilidad real de ganar. El principal adversario político de Putin, el activista anticorrupción Alexei Navalny, quiso postularse pero las autoridades se lo prohibieron en base a que fue declarado culpable de fraude en un caso ampliamente considerado como motivado por animosidades políticas.
Los comicios se caracterizaron por la presión sobre los votantes y por sospechosos incidentes de relleno de urnas.
Los opositores han calificado al proceso como una farsa, pero los millones de simpatizantes de Putin aplauden al exagente de la KGB por restaurar la grandeza de Rusia y por defender a su orgullosa nación de un mundo hostil.
La meta principal para las autoridades rusas era tener una gran participación que otorgará a Putin la legitimidad que desea y le proporcionará un convincente mandato para su cuarto término.
Se prevé que las elecciones mejoren la imagen del presidente ruso tanto a nivel nacional como internacional.