La incautación de 1.658 kilos de cocaína en Empalme Graneros representa más del doble de la droga secuestrada en los últimos años
Los últimos grandes secuestros de cocaína realizados por fuerzas de seguridad en Rosario no alcanzan a la mitad de los 1.658 kilos incautados este viernes por la Policía Federal Argentina (PFA) en un galpón del barrio de Empalme Graneros con presunto destino a Dubai.
Uno de los secuestros más importantes de cocaína en Rosario, por su cantidad, fue realizado también por la PFA el 18 de julio del año pasado.
Como resultado de una investigación del fiscal federal de Santa Fe Walter Rodríguez sobre una organización internacional de tráfico de estupefacientes, personal de la fuerza de seguridad encontró la droga en un vehículo de alta gama, un BMW X5 estacionado en una cochera de Villa Gobernador Gálvez.
En esa oportunidad se secuestraron 369 panes de cocaína, por un peso aproximado de 400 kilos, envueltos en papel celeste o blanco, los primeros con un sello de corona y los segundos de paloma, que refieren a la pureza de la sustancia.
El antecedente anterior en cuanto a cantidad de estupefacientes secuestrados se registró el 8 de noviembre de 2019 en la ciudad de Santa Fe, cuando una mujer apodada “La Curandera” fue detenida en una mansión del barrio Guadalupe, con casi 150 kilos de cocaína, valuada entonces en el mercado minorista entre 75 y 150 millones de pesos.
El entonces ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, explicó que la cocaína secuestrada era de «máxima pureza» y tenía un valor de venta al menudeo de entre 75 y 150 millones de pesos.
Como resultado de los allanamientos también se secuestraron 120 mil dólares y unos 350 mil pesos.
El 5 de septiembre de 2013 se registró otro secuestro importante de cocaína en una “cocina” montada en una casa de fin de semana de la ciudad de Funes, lindera a Rosario hacia el norte, en un procedimiento en el que también se secuestraron 2.000 litros de precursores químicos.
El denominado “Operativo Flipper” tuvo como principal detenido al luego condenado como jefe de la banda narco, Delfín David Zacarías, de cuya organización participaba su esposa y sus hijos, también sentenciados.
Dos años después, en septiembre de 2015, se produjo el secuestro de estupefacientes en un depósito fiscal de Rosario que dio origen a la causa conocida como “narcoarroz”, por la que se planeaba el envío como exportación de cocaína impregnada en los granos a través de un proceso químico.
En aquella ocasión se secuestraron en Rosario 40 kilos de cocaína, aunque junto a otros decomisos realizados en Ezeiza y la Ciudad de Buenos Aires, el peso total de la droga alcanzo los 95 kilos.