La funcionaria macrista se reunió con Lifschitz y lanzó una dura advertencia contra agentes corruptos. No precisó cifras.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, advirtió ayer en Rosario que el desembarco de las fuerzas federales en Santa Fe no será «como salvadores, sino para trabajar en conjunto». Y de inmediato alertó: «Pero también les tiene que quedar claro que seremos implacables con quien se cruce de bando», en alusión a miembros de la policía provincial sospechados de corrupción. Bullrich se reunió ayer con el gobernador Miguel Lifschitz y acordaron que antes de fin de mes «muchos» agentes de las cuatro fuerzas federales llegarán a la provincia para patrullar las ciudades más violentas y hacer tareas de inteligencia contra el narcotráfico.
Tras los intensos cruces de la semana pasada, Bullrich y Lifschitz dieron una conferencia de prensa en conjunto. Se los notó más relajados, aunque tampoco pareció haberse disipado la desconfianza mutua y la tensión política entre Nación y provincia.
Los anuncios se conocieron al término de la primera reunión del comité operativo conjunto del gobierno santafesino y el Ministerio de Seguridad nacional para combatir el delito en Santa Fe. Estuvieron presentes también funcionarios municipales, jefes policiales y de las fuerzas federales.
Bullrich anunció que antes de fin de mes llegarán a Rosario, la ciudad de Santa Fe y otras localidades conflictivas de la provincia «muchos» agentes de las cuatro fuerzas federales: Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y de Seguridad Aeroportuaria.
Necesidades. «No vamos a dar un número exacto, porque va a ir variando de acuerdo a las necesidades. No se trata de un problema de números, sino de profundidad del trabajo que llevemos adelante en equipo en la lucha contra el narcotráfico», insistió.
La funcionaria macrista anunció que los federales harán dos tareas: seguridad ciudadana y en especial inteligencia criminal contra el narcotráfico. «Vamos a estar en las rutas y en los barrios en que hay violencia y delito y en aquellos lugares en que haya muchos casos con alta tasa de muertes y en que los conflictos sean altos, de acuerdo al mapa del delito».
En ese sentido, destacó que vino a Rosario «a abordar un tema extremadamente importante, uno de los temas centrales del presidente (Mauricio) Macri, que es combatir al narcotráfico», por el daño que genera «en vidas y en problemas para las familias».
Respecto al trabajo en conjunto, LaCapital le preguntó a Bullrich cómo se hará teniendo en cuenta que hace una semana había acusado al gobernador de no tener vocación de depurar a la policía de su vínculo con el delito.
«Quizás en un momento de tensión lo que uno hace es generar un cúmulo de declaraciones. Ahora lo que hemos acordado es ser muy cuidadosos con la comunicación, porque hay tres millones de personas que están atentas a las tareas que llevamos adelante», respondió algo incómoda.
Y más adelante reforzó: «Nos hemos puesto de acuerdo después de una discusión como se debe dar, respecto a la necesidad de que todos entendamos que tenemos que tener en claro cuál es el problema, tomarlo y tener resultados concretos».
En otro tramo de la rueda de prensa, Bullrich advirtió sobre la lógica del desembarco de las fuerzas federales en Santa Fe. «No venimos como salvadores, venimos para trabajar en conjunto y eso les tiene que quedar bien claro a los policías de la provincia de Santa Fe, pero también les tiene que quedar claro que seremos implacables con quién se cruce de bando».
«Siempre que trabajan fuerzas de seguridad diferentes existe un control cruzado. La decisión de la Nación y de la provincia es que donde encontremos un obstáculo, ya sea de las fuerzas federales o de la policía provincial que esté del lado del delito, le caeremos con todo el rigor de la ley. Sin ninguna contemplación», remarcó bajándole el tono a las auditorías.