La renuncia de un abogado defensor a horas del inicio del debate motivó diversos planteos. Fiscalía y querella se quejaron de la «mala fe procesal» del acusado Juan Manuel Ruffino a lo largo del proceso. En marzo se reanuda el proceso.
Con el tercer aniversario del crimen del agenciero de turismo Hugo Oldani recién cumplido, y con dos personas ya condenadas por el hecho, este lunes comenzó el juicio contra Juan Manuel Ruffino y Andrés Federico Kaipl. Pero antes de que las partes pudieran realizar sus alegatos de apertura, el tribunal suspendió el debate hasta el 6 de marzo.
Esto se debió a una serie de planteos previos realizados por las defensas de los acusados, especialmente la de Ruffino, cuyo abogado -José Emilio Maggi- renunció el viernes. La representación del hombre señalado como el «chofer» que llevó a la banda de asaltantes hasta la Galería Rivadavia, donde tras un fallido robo hirieron de muerte a Oldani, fue asignada al defensor público Sebastián Amadeo.
Fue por esto que luego de las presentaciones de rigor ante el tribunal, conformado por la jueza María Celeste Minniti -presidenta- y los jueces Pablo Spekuljak y Sebastián Szeifert, Amadeo realizó una serie de planteos centrados en la imposibilidad de ejercer una defensa eficiente habiendo asumido hacía tan sólo 48 horas.
En concreto, solicitó la suspensión del debate; señaló que el mismo había sido inválidamente iniciado -por encontrarse pendiente la resolución de una queja presentada ante la Cámara de Apelaciones-, que a raíz de esto correspondería dictar el cese de prisión para Ruffino -que cumpliría el plazo máximo de prisión preventiva el 19 de febrero-; y pidió «como mínimo 3 meses» para prepararse para el juicio.
El Dr. Gustavo Abraham, que junto su colega Ana María López está a cargo de la defensa técnica del relacionista público «Andresito» Kaipl , señaló que la causa es compleja y consideró razonables los 3 meses solicitados por el codefensor.
«Mala fe»
Tanto el fiscal Gonzalo Iglesias como los querellantes Romeo Díaz Duarte y Agustín Márquez -representantes de la viuda y la hija de Oldani- indicaron que «el juicio ya comenzó» y que «el auto de apertura es irrecurrible». Estuvieron de acuerdo con que se le concediera un plazo razonable a la defensa pública para interiorizarse de la causa, siempre que éste fuera menor a los 15 días hábiles que permite -como máximo- el Código Procesal Penal, y pusieron en evidencia la «mala fe procesal» de Ruffino.
La fiscalía consideró «pertinente darle un plazo a la defensa de Ruffino, en aras a evitar incluso cualquier tipo de cuestionamiento para el supuesto de que pueda cambiar nuevamente de defensa». Esto, teniendo en cuenta que «esta ha sido su estrategia a lo largo del proceso, cambios constantes en etapas y momentos decisivos (por ejemplo, al momento de la prórroga de la prisión preventiva), a los fines de truncar el proceso y evidenciando la mala fe procesal el propio imputado».
En aquel entonces, se suspendió casi una decena de veces la audiencia, siempre por cuestiones relacionadas al imputado, que pretendía recuperar la libertad al cumplir los 2 años de prisión preventiva, ya que no lograban tratar la prórroga de la misma.
«Quiero aclarar que las víctimas vienen con un dolor enorme, porque todo este calvario que nos hace desandar el imputado Ruffino no es de ahora, hace un año lo venimos padeciendo, desde que su abogado anterior (Maggi) comenzó a intervenir. Y ahora, recurso tras recurso, con recusaciones al tribunal, todo con un solo fin, que yo llamo malicia procesal», dijo la querella. «Ruffino quiere, cumplidos los 3 años -de la cautelar-, recuperar la libertad. Entonces por eso a toda costa no quiere que el debate se abra, pero el debate ya está abierto».
La resolución
El tribunal deliberó durante más de una hora, tras lo cual resolvió «rechazar el pedido de invalidez del inicio el debate planteada por ambas defensas, rechazar el pedido de cese de la prisión preventiva del imputado Ruffino, y suspender el proceso de debate por 12 días hábiles». Además, notificaron a las partes que el juicio se reanudará el lunes 6 de marzo, a las 8.30.
Respecto a que el juicio no debía iniciarse porque aún estaba pendiente la resolución de la queja presentada en segunda instancia, el tribunal señaló que «el pretendido efecto suspensivo del remedio recursivo carece de actualidad por cuanto el mismo no ha sido concedido por la alzada». Consecuentemente, «se desestimará el planteo de invalidez del inicio del presente debate, sin perjuicio de reeditar dicho postulado en caso de modificarse la referida situación» y, en esa línea, «se rechazará el pedido de cese de prisión».
Teniendo en cuenta la situación de la defensa técnica de Ruffino y «atendiendo a que resulta necesario el estudio y preparación de la misma, no habiendo oposición por parte del MPA ni de la querella, se ordena suspender el presente debate» por el plazo de 12 días hábiles, «entendido dicho plazo suficiente para desarrollar la tarea defensiva de manera eficiente y eficaz».
Fuente: El Litoral