Se presentó este viernes por la tarde en la Unidad Penal de Paraná, junto a su abogado. Debe cumplir pena por un robo y enfrentar un juicio por drogas. Las sospechas de su intervención en un triple crimen.
En los últimos meses Germán Velázquez se había convertido casi en un mito en el hampa local: prófugo desde hace más de dos años, fue mencionado como quien actuó en las sombras detrás del triple crimen de narcos ocurrido en Paraná hace casi un año, y era uno de los hombres más buscados porque además pesaba sobre él un pedido de captura nacional e internacional en una causa por narcotráfico en Santa Fe, donde aparece como proveedor de un empresario rosarino enemistado con la banda Los Monos, cuyo juicio se hizo hace poco.
Algunos pensaban que nunca lo iban a poder atrapar; otros decían que algún día caería en algún procedimiento o control callejero, porque no se puede vivir tanto tiempo en la clandestinidad; vecinos de la zona del barrio Paraná V decían que últimamente andaba como si nada por las calles. Lo que nadie pensaba es lo que ocurrió ayer al mediodía: Velázquez se presentó por su propia voluntad en la Unidad Penal N° 1
Luego de entregarse, se realizó una audiencia en el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Paraná, donde estuvieron la jueza Cecilia Bértora, el fiscal de Ejecución Gustavo Maldonado, y el propio Velázquez junto a su abogado defensor: Juan José Canosa, el expresidente de la entidad financiera provincial Sidecreer, condenado por Negociaciones incompatibles con la función pública.
Allí se le informó al detenido que deberá terminar de cumplir la condena que tiene pendiente: había recibido cinco años y dos meses de prisión por el asalto a una heladería de avenida Ramírez, parte de la cual cumplió en la cárcel y luego recibió la prisión condicional. Mientras estaba libre en 2019 violó una regla fundamental de la libertad condicional: cambiar de domicilio sin autorización judicial. De hecho, no se lo encontró más en ningún lado y fue declarado prófugo. No obstante, en otras causas aparecían datos de que andaba por la zona vinculado al narcotráfico.
Pero antes, cuando comenzó con las salidas del penal, Velázquez retomó sus vínculos con Luis Paz, un empresario rosarino y una especie de mánager del box que se encontraba viviendo en un country de Santa Fe. Germán había trabajado en la empresa Paz SRL. Además, es padrino de una de las nietas del narco santafesino. Habían estrechado vínculos en la época en la cual Velázquez estuvo en Rosario, y cuando fue asesinado el hijo del empresario, conocido como El Fantasma Paz, hecho que le adjudicaron a la familia Cantero, más conocida como la banda Los Monos.
En el marco de la causa del Juzgado Federal de Santa Fe, a cargo de Francisco Miño e instruida por el fiscal Walter Rodríguez, Velázquez era uno de los investigados, junto a Luis Paz y a un arquitecto de apellido Cantelli. Allí surgió que el paranaense ya estaba residiendo en calle Pellegrini de la capital entrerriana, y que fue el proveedor de los 146 kilos de marihuana que se encontraron en un auto frente al domicilio de Canteli, en Santa Fe. Esta operación fue concertada en una reunión de Velázquez y Paz en la estación de servicios ubicada sobre la ruta 168 frente al barrio El Pozo.
Tras los allanamientos y detenciones por aquella causa, por marzo de 2019, Velázquez decidió desaparecer antes de ser detenido. Entonces, sumó el pedido de captura por parte de la Justicia Federal de la vecina capital.
Hace unos 20 días, el narcotraficante Paz fue condenado en un juicio abreviado en aquella causa, por lo cual ahora el Tribunal Oral Federal de Santa Fe solicitará que envíen a Velázquez para juzgarlo por aquella causa.
No pareciera ser demasiada casualidad que poco después de la sentencia Velázquez decidiera entregarse. No se descarta que el hombre haya negociado una condena previo a entregarse.
Pero eso no es todo: Velázquez se había convertido en el hombre más buscado hace casi un año, el 15 de noviembre de 2020, cuando se produjo el triple homicidio en el barrio Los Paraísos de Paraná, cuando sicarios en moto acribillaron a tres hombres en calle Las Camelias: Cristian Barretto, Leonardo Morales y Germán Herlein, mientras que también intentaron matar al hermano del primero, Víctor Barretto, quien sobrevivió al ataque.
No hay ninguna prueba directa que involucre a Velázquez como el instigador de aquella masacre, pero algunos indicios lo pusieron en boca de todos. Se había dicho que el triple crimen perpetrado con la modalidad de sicariato era propia de aquel hombre que forjó vínculos y sumó experiencia con una banda de Rosario. A su vez, el auto que fue utilizado como apoyo a la operación asesina había sido robado en aquella ciudad un par de semanas antes. Luego, el único muchacho que fue detenido como conductor de la moto, Ramiro Colman, tendría una relación tanto con Velázquez como con su entorno personal y socios. En la reunión de muchos datos en el off de record se tejió la hipótesis de que el prófugo había mantenido serias diferencias en el mercado de la droga con los hermanos Barretto, y que decidió saldarla a balazos. Ambas partes habían sido socias durante mucho tiempo, pero se especuló con algún cortocircuito como posible móvil.
Por ahora son especulaciones, pero no se descarta que ahora que está en la cárcel, Velázquez sea citado para dar alguna explicación al respecto.
Fuente: Diario Uno Entre Ríos