Produce fuertes y dolorosas punzadas en el lado izquierdo del esternón que pueden confundirse con un paro cardíaco.
La nueva ola de coronavirus Covid-19 causada por la aparición de la variante Ómicron, descubierta en Sudáfrica, tiene características muy particulares. Entre estas diferencias, esta cepa cuenta con nuevos síntomas. Además de los signos físicos ya conocidos como dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga o cansancio extremo, dolor de garganta, mucosidad nasal y posible fiebre, se sumaron el dolor lumbar, la sudoración nocturna excesiva y los estornudos. Y ahora investigadores del hospital pediátrico de la Universidad de Medicina John Hopkins, en Estados Unidos, revelaron que existe un nuevo síntoma en los infectados con Ómicron: la costocondritis.
Según los especialistas, la costocondritis es una “inflamación en los cartílagos que unen las costillas con el esternón” y produce “fuertes y dolorosas punzadas en el lado izquierdo del esternón”, por lo que suele confundirse con un paro cardíaco.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que es uno de los síntomas más graves del coronavirus y que requiere atención médica inmediata.
Los investigadores estadounidenses informaron que “es una de las causas más comunes de dolor en el pecho en niños y adolescentes” y afecta a más mujeres que hombres. Además, si bien genera un susto en quienes lo padecen, “suele ser inofensivo” y desaparece a los tres días.
Los principales síntomas de la costocondritis
os especialistas precisaron que los síntomas de costocondritis se caracterizan por sentir determinado tipo de dolor:
Ubicado en el lado izquierdo del esternón.
Es agudo y punzante, da una sensación de presión.
Afecta a más de una costilla.
Se siente al respirar profundo o al toser.
Cómo se trata la costoccondritis
De acuerdo con lo informado por los investigadores de John Hopkins, los síntomas de costocondritis suelen desaparecer solos a los pocos días de iniciados.
En general, no requiere tratamiento, aunque alertan que de prolongarse, se recomienda consultar con un médico para descartar otras posibles patologías cardiovasculares.
“Se suelen recetar analgésicos de venta libre como ibuprofeno o naproxeno para aliviar los síntomas”, sostuvieron. Además, sugirieron hacer reposo y “evitar los esfuerzos severos”.
Por último, añadieron: “La aplicación de una compresa tibia o una almohadilla térmica (colocada en la parte baja) en el área dolorida también puede dar cierto alivio”.