
El gobernador abrió este miércoles un nuevo período de sesiones ordinarias. Los logros en seguridad, la defensa de las reformas y el método, y la Convención
El gobernador Maximiliano Pullaro abrió este jueves el 143º período de sesiones ordinarias de la Legislatura de Santa Fe. Con un discurso en modo balance de la gestión iniciada el 10 de diciembre de 2023, con la descripción del «método» y las formas que aplicó durante el año de mandato, y lo que viene, como la reforma constitucional, el jefe de la Casa Gris marcó un mojón en 2025. «No es momento para el conformismo, la quietud y, mucho menos, de los conservadores».
Comenzó, pasadas las 11.10, su discurso leído desde una tablet, con foco en la seguridad, el eje de campaña y en el que tuvo amplios logros. «La primera apertura de sesiones del gobierno estuvo marcada por varios ataques terroristas que buscaban atemorizar a la sociedad», inició. Se refería a los cuatro homicidios en pocos días en marzo de 2023. De hecho, los nombró.
“Por ellos, y por toda una sociedad cansada de estar presa de los criminales, es que no vamos a ceder ante aquellos que aún siguen activos, buscando la manera de reinstalar la lógica de la extorsión y la muerte en nuestras calles”. Luego repasó los números en seguridad: la tasa de 4,83 homicidios cada 100 mil habitantes en 2024, la más baja desde 2000 y cinco veces menor que la de 2022. Además, recordó que en la gestión anterior había 20 patrulleros circulando y «ayer, en horario diurno, contó entre 280 y 296 patrulleros operativos».
El «carácter» de Pullaro
El gobernador resaltó que la gestión pública no puede ser «sin planificación previa de las políticas ni control de su implementación y resultados». Luego sostuvo: «Por eso decimos que la posibilidad del cambio también nace del carácter que tengamos quienes estamos encargados por la sociedad de esta tarea».
«No hablamos aquí del carácter de alguno de nosotros en términos personales. Hablamos del carácter del Estado ante el desafío de recuperar su autoridad para cumplir y hacer cumplir la ley», dijo en la última apertura de sesiones legislativas en hacerse un 1° de mayo. Se descuenta que la fecha será una de las modificaciones de la Convención Constituyente.
El «método»
Pullaro sostuvo que para poder cumplir los objetivos apeló a un método, y utilizó el concepto para enlazar los logros de la gestión en materia de compras de ambulancias, patrulleros, mejorar edificios escolares, retomar el Plan Abre, el Abre Familia, Intervenciones Barriales Focalizadas, el Nueva Oportunidad y la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod).
«El método es hablar poco y resolver, poniendo la cara, con austeridad y control como la manera de hacer más. Método que no entiende al ahorro como un fin en sí mismo sino como la única manera de incrementar la inversión pública para posibilitar mejores condiciones de desarrollo y progreso», detalló. Y contrastó con el gobierno nacional, que sólo parece buscar el déficit cero sin erogación sustancial de recursos para la ciudadanía como la obra pública.
Justamente, el mandatario sostuvo que ese método se ve en la obra pública, que no se podría ejecutar sin los recursos generados por el cuidado y la firmeza en la administración y que permiten mantener el equilibrio en las cuentas.
Corrupción
Promediando el discurso, aseveró que para que los cambios se produzcan se debe empujar los límites que impone «la costumbre cuando se convierte en la máscara del conformismo». Y definió: «No hay nada más conservador que no correr riesgos, no querer incomodarse ante lo nuevo».
Luego de citar como faro a Raúl Alfonsín, afirmó: «Le mostramos al país que se puede llevar adelante un plan de 1.500 millones de dólares en inversión pública sin una sola sospecha, porque para nosotros el problema no es hacer, el problema es robar. Venimos de un país donde se pesaba la plata y las obras nunca se concretaban. En Santa Fe hay construcción y obra pública sin corrupción».
Reformas previsional y docentes
También retomó un tema que causó resistencia en la oposición: las reformas. «Tomamos decisiones complejas que nos permitieron disminuir el déficit de la Caja de Jubilaciones de manera equitativa y salvando el bien superior, que es la posibilidad de la continuidad de los haberes de los pasivos y pensionados provinciales en montos superiores al de los nacionales».
Con preguntas, hizo continuidad al tema:
«¿Podríamos haber postergado la reforma? Sí, pero lo único que hubiéramos hecho era agrandar el problema y pasárselo al que venga, que ya no iba a tener otra opción que ceder la Caja a la Ansés».
«¿Podríamos haber dejado todo como estaba y no hacer un Plan de Alfabetización? Sí, pero íbamos a seguir perjudicando a las maestras y los maestros que cumplen cotidianamente con su responsabilidad y a los chicos, que requieren de un docente presente que garantice la continuidad pedagógica».
«¿Podríamos seguir dejando pasar cosas en lugar de llevar una lógica de racionalidad a las empresas públicas para poder reducir sus costos de funcionamiento y aumentar la eficiencia en la prestación del servicio? Sí, pero las empresas se hubieran tornado inviables».
«¿Podríamos haber mirado para otro lado y no impulsar la renovación de la Justicia? Sí, de hecho no nos mueve ninguna animosidad personal y respetamos a todos los miembros del Poder Judicial, pero hubiéramos perdido una enorme oportunidad de agilizar el servicio de justicia para dar respuesta a las necesidades de una sociedad que enfrenta delitos cada vez más complejos y que nos exige cambios de manera urgente».
«¿Podríamos haber postergado cambios necesarios y que los que vengan encuentren para resolver situaciones mucho más complicadas? Sí, es lo que la mala política hubiera hecho: especular y correrse de las responsabilidades».
En cuanto a definiciones políticas, lanzó: «Que quede claro: nuestro gobierno escucha a todos los sectores que participan de la vida de la provincia, pero el Estado no le pertenece a ninguna corporación, ni económica, sindical, religiosa, política ni de ningún tipo».
Sentado en primera fila, el presidente del máximo tribunal, Roberto Falistocco, miraba al gobernador. En el fondo se ubicaron Daniel Erbetta y los tres nuevos integrantes de la Corte: Rubén Weder, Jorge Baclini y Margarita Zabalza. Rafael Gutiérrez y Eduardo Spuler no asistieron.