Se trata de una propuesta de «inversión inédita en obra pública que mejorará la calidad de vida de los santafesinos», dijo el gobernador. La partida para construcciones fue estimada en casi 20 mil millones de pesos.
El gobernador Miguel Lifschitz envió ayer a la Legislatura el presupuesto de la provincia para 2017 con una propuesta de «inversión inédita en obra pública que mejorará la calidad de vida» de los santafesinos. Su ministro de Economía, Gonzalo Saglione, estimó la partida para construcciones en casi 20 mil millones de pesos, lo que significa un aumento del 224,8 por ciento respecto a la de este año y comprende unos 8 mil 800 millones que se financiarán con la emisión bonos de la deuda externa por 500 millones de dólares que el gobierno de Mauricio Macri aún no autorizó. Lifschitz dijo que el proyecto «expresa con claridad el objetivo» que planteó para su gobierno hasta 2019 y pidió que se lo apruebe «sin demasiadas modificaciones».
El presupuesto estima ingresos por 154 mil 946 millones de pesos, gastos por 154 mil 456 millones y un superávit de 490 millones. Un incremento de recursos notable si se lo compara con el presupuesto que envió el ex gobernador Antonio Bonfatti, que era 103 millones de pesos.
Los costados más llamativos son las variables macro: vaticina un crecimiento de la economía del 3,5 por ciento (cuando se sabe que en julio último el desplome llegó al 5,9 por ciento, el más fuerte en los últimos 14 años), una inflación del 17 por ciento (a pesar de que la escalada inflacionaria de este año podría superar el 56 por ciento) y el costo del dólar en 17,92 pesos por unidad.
Lifschitz decidió no incluir el aumento de impuestos provinciales en el presupuesto 2017 y anunció que enviará un proyecto aparte «antes de fin de año», que serán consensuado con el sector productivo. «No se incorporan modificaciones tributarias», dijo. «Las que puedan surgir se harán con el acuerdo de la comisión que hemos convocado oportunamente que está integrada por representantes de distintas organizaciones del sector privado».
Tampoco propuso la creación de nuevos cargos. «La idea es que con la planta actual del personal y la estructura de recursos humanos que tiene la provincia podamos desarrollar todas las políticas y acciones previstas para el año que viene», expresó.
Lifschitz y Saglione coincidieron que el «elemento distintivo» del presupuesto era la inversión pública que crecerá el 224,8 por ciento con respecto a la de este año. «El gasto de capital está en el orden de los 28 mil millones, lo que significa un fuerte crecimiento respecto al presupuesto 2016 que era de 11 mil millones. Y dentro de este rubro, 19 mil 800 millones corresponden a construcciones, que es lo que habitualmente conocemos como obra pública», dijo el ministro de Economía.
La inversión en obra pública será inédita», festejó Lifschitz. Y tendrá «un fuerte sesgo en obras viales, agua potable, saneamiento, energía, equipamiento para la salud pública, educación y seguridad», que «mejorarán la calidad de vida de los santafesinos».
Saglione dijo que en el presupuesto el «Ministerio de Educación mantiene su participación mayoritaria (30,8 por ciento, seguido por el Ministerio de Seguridad (14,6 por ciento) y el Ministerio de Salud (11,2 por ciento). Y ponderó como otro «elemento distintivo» el incremento de «la partida para equipamientos» del Ministerio de Seguridad que será «récord»: 2 mil 648 millones de pesos. El rubro «destina 599 millones de pesos a la compra de vehículos con tecnología de punta, armamento, cámaras de video-vigilancia y equipos para la fuerza policial».
Vialidad Provincial quintuplica su presupuesto de este año, el Ministerio de Infraestructura lo incrementa en 433 por ciento, el Ministerio de Obras Públicas triplica el gasto en construcciones y en Municipios y Comunas las «transferencias» crecen un 51,4 por ciento respecto a 2016.