El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe se refirió a una «crisis moral y cultural» y a la falta de referentes de las generaciones más jóvenes.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, señaló en un mensaje pascual que «cuando vemos la violencia, el avance de la droga, la marginalidad, y frente a ello notamos indiferencia o un individualismo que nos aísla, no podemos permanecer ajenos.
«Cuando vemos la violencia, el avance de la droga, la marginalidad, y frente a ello notamos indiferencia o un individualismo que nos aísla, no podemos permanecer ajenos. En la Pascua hemos celebrado el triunfo del bien sobre el mal, pero el bien necesita testigos, protagonistas», planteó Arancedo.
El también arzobispo de Santa Fe habló de «crisis» y de la falta de referentes de las generaciones más jóvenes.
«Sabemos que no alcanzan sólo estructuras o metodologías nuevas, la crisis tiene raíces más profundas. La crisis es moral y cultural. El hombre, especialmente el joven, vive una orfandad de referencias, de valores y de ejemplaridad, que compromete el sentido de su vida y la fuerza de sus ideales», señaló.