Fue uno de los pintores más destacados que todo el tiempo estaba creando y hasta sus últimos días seguía dibujando.
El artista plástico argentino Guillermo Roux, uno de los pintores más destacados que todo el tiempo estaba creando y hasta sus últimos días seguía dibujando, falleció este domingo a sus 92 años, informaron allegados.
Es el creador de la obra de arte “La Constitución guía al pueblo” que desde el 2011 ocupa el lugar central de la Cámara de Diputados de la Legislatura de la provincia de Santa Fe.
El propio Roux dejó en claro el sentido de la representación. “Es un friso que se desarrolla horizontalmente, de tal manera que esas horizontales responden a los niveles de la arquitectura del recinto. Arriba, el río, las banderas, las figuras y la hierba que pisan. Las figuras son verticales y contrastan con la horizontalidad, y todo ondula como el río, como las banderas, como las polleras y el pasto. El ritmo del pincel lo une con una caligrafía que crea el movimiento. Las figuras no se separan la una de la otra por el color ni por otra característica que indique diferencias de oficio o de clase. Cierran a ambos lados del friso, girasoles, y todo se ordena en la figura central, la más blanca, que concluye en la pollera, que como una flor nace de la tierra y vuela al viento”.
Detalló que “la parte de arriba de esta figura está encuadrada en una rigurosa forma geométrica, porque en una mano lleva un lazo con los colores de Santa Fe y en la otra el blanco y celeste de la bandera argentina. La figura central no es ni griega ni romana, no lleva laureles ni gorro frigio ni pliegues fuera del tiempo. Es de hoy, viviente, deseable, como una hermosa mujer argentina, porque creo que es hora de darle a nuestros símbolos un sentido actual, necesario y cotidiano. Estilísticamente, y ya en el plano de la teoría del Arte, elegí el lenguaje más natural, el que más espontáneamente nació de mi esencialidad. Quise ser claro, directo, y ya se sabe que las cosas son confusas cuando no se tienen las ideas claras”, dijo Roux.
Roux tuvo sus inicios como dibujante en la editorial de Daniel Quinterno, en los años 40. Trabajó varios años en Italia restaurando frescos y mosaicos. Vivió en Jujuy y en Nueva York.
Se proclamó «artista de tiempo completo» tras el encuentro con Franca Beer, su mujer y marchand desde hace 50 años. En 1982 participó en la Bienal de Venecia y expuso su obra en los mejores museos y galerías del mundo.
En el último tiempo se inclinó por los dibujos, lo que lo llevó a un muestra muy disruptiva con su obra previa «Diario gráfico» que se exhibió en 2018 en el Museo Nacional de Bellas Artes y donde reunió 290 dibujos realizados con birome entre agosto de 2015 y diciembre de 2017, luego de regresar del hospital a su casa de Martínez, donde pasó horas de madrugada desvelado, dibujando desde la cama en sus cuadernos.
En una entrevista con el Ministerio de Cultura de la Nación, declaró: «No se puede negar que el mundo de hoy trae una cantidad de elementos, materiales, formas, que son muy diferentes a los de antes. No se pinta con pincel, el pincel no se usa, el lápiz se usa poco, el grafito se usa poco y antes era muy común. El dibujo es una forma de conocimiento, es conocer a través de la forma lo que estamos viendo».