Si bien era conocido por su papel en «Barry Lyndon», luego de esa película se convirtió en uno de los socios más cercanos del director de «El resplandor».
El actor Leon Vitali falleció este domingo en Los Ángeles a los 74 años. Recordado por su papel en «Barry Lyndon», después de esa película había dejado de lado la actuación para convertirse en uno de los socios más cercanos del director Stanley Kubrick.
Vitali falleció pacíficamente el viernes en Los Ángeles, según confió su familia. Estuvo rodeado por sus seres queridos, incluidos sus tres hijos: Masha, Max y Vera.
«Leon era un hombre especial y encantador impulsado por su curiosidad, que difundía amor y calidez dondequiera que fuera», declararon sus hijos en un comunicado proporcionado por Masha Vitali. «Será recordado con amor, y las muchas personas a las que tocó lo extrañarán enormemente».
Aunque con frecuencia Vitali era mencionado como el asistente de Kubrick, el documental «Filmworker» (2017), de Tony Zierra, arrojó luz sobre las enormes y en gran medida desapercibidas contribuciones al trabajo de uno de los directores más destacados, desde «El resplandor» hasta «Ojos bien cerrados». Hacía todo tipo de tareas, desde el casting y asesoría de los actores hasta supervisar restauraciones. En una ocasión, Vitali incluso colocó un monitor de video para que Kubrick pudiera ver a su gato moribundo.
Matthew Modine, que protagonizó «Nacido para matar» de Kubrick, tuiteó sus condolencias. «Hay gente que conocemos que tiene un profundo impacto en nuestras vidas. En la mía, Leon Vitali fue una de esas personas», escribió el actor, y añadió: «Un artista en cada aspecto de su vida. Un padre amoroso y amigo para tantos. De naturaleza amable, generosa y comprensiva. Ejemplificaba y personificaba a la gracia».
El cineasta Lee Unkrich también tuiteó que estaba «con el corazón totalmente roto de enterarme que Leon Vitali ha muerto. Me ayudó enormemente con mi libro del Resplandor y me siento destrozado de que él no lo verá. Era un hombre dulce, amable, humilde y generoso y una parte vital del equipo de Stanley Kubrick».
Antes de conocer a Kubrick, Vitali era un actor en ascenso en Inglaterra, donde apareció en varios programas de televisión británicos como «Softly, Softly», «Follyfoot», «Z Cars» y «Notorious Woman». En 1974 obtuvo su mayor papel hasta ese momento, cuando fue contratado en «Barry Lyndon» para que diera vida a Lord Bullingdon, el yerno de Lyndon, interpretado por Ryan O’Neal.
Vitali quedó tan fascinado por Kubrick y sus procesos de filmación que tomó una decisión inusual: abandonó la actuación y se dedicó completamente al exigente director durante más de dos décadas. Su siguiente crédito en una película de Kubrick fue «asistente personal del director» en «El resplandor», aunque eso sólo muestra una parte de sus labores: Vitali también ayudó a reclutar a Danny Lloyd, de 4 años, para que interpretara a Danny Torrance, y a Louise y Lisa Burns para que fuesen las siniestras mellizas Grady (y dijo que se había inspirado en Diane Arbus).
«Hice un solo cambio verdaderamente, verdaderamente radical en mi vida, y ese fue cuando dije: estoy más interesado en eso de lo que estaba en la actuación», dijo Vitali en 2017. «Esa es la decisión consciente más importante que he tomado en mi vida. Hubo algunos sacrificios, pero también hubo ganancias».
Tras la muerte de Kubrick en 1999, Vitali supervisó la restauración de muchas de las películas del director. Recibió un premio de la Cinema Audio Society por su labor. Posteriormente trabajó con el director Todd Field en sus películas «Little Children» e «In the Bedroom».
Antes de realizar su documental, Zierra dijo que él y muchos cinéfilos obsesionados con la obra de Kubrick conocían a Vitali por sus papeles en «Barry Lyndon» y «Ojos bien cerrados», donde interpretó a Capa Roja, y como miembro crucial del círculo de colaboradores más cercanos de Kubrick. Pero cuando finalmente conocieron a Vitali para hacer la película, quedaron sorprendidos por «su amabilidad, humildad y el alcance fascinante de su historia».