La tarde dorada de Doha, donde la selección argentina venció y pasó por arriba a la inexpresiva Polonia y se clasificó primera del grupo C, tuvo al director técnico Lionel Scaloni como el autor intelectual. Acertó con los cuatro cambios y con su planteo ofensivo
La gran victoria de la selección argentina que aseguró la esperada y –en el primer tiempo– sufrida clasificación a 8º de final del Mundial de Qatar tuvo, además de la brillante actuación del equipo, al director técnico Lionel Scaloni como el otro gran protagonista del otro lado de la raya de cal, dice la crónica del diario rosarino La Capital
El entrenador de Pujato tomó decisiones fuertes en la corrección de yerros del partido contra México, algunas de ellas a contrapelo de sus elecciones recientes, así como buscó también controlar al rival y minimizar los riesgos hasta en los detalles más nimios.
Visto el equipo desde atrás, primero lo sacó a Gonzalo Montiel (en parte porque tenía una amonestación y corría el riesgo de no tenerlo el sábado en el partido de octavos de final), le devolvió el puesto de marcador lateral derecho a Nanuel Molina y el ex Central y Boca le pagó la apuesta con creces en la primera jugada del complemento cuando recibió una asistencia de Angelito Di María por la derecha, llegó al fondo y mandó el centro atrás para que Alexis Mac Allister abriera el partido con un derechazo mordido, que entró en el segundo palo viboreando y haciendo sapitos.
Otro acierto del ex volante izquierdo de Newell’s fue reponer en el puesto al zaguero Cristian Romero por su mayor capacidad en el juego aéreo defensivo que Lisandro Martínez. El Cuti le hizo marca personal a Robert Lewandowski (la figura y el jugador rival más peligroso), a quien borró de la cancha, ayudado también por el inexpresivo planteo táctico de Polonia, que jugó todo el partido con un 4-5-1, que no modificó ni siquiera cuando empataba en puntos y diferencia de gol con México y sólo se clasificaba por menor cantidad de amonestaciones. Tan increíble como real. El Narigón Bilardo se habría sonrojado.
Scaloni también metió mano en el medio donde sacó al volante central Guido Rodríguez (que había cumplido con su función de jugar como un tercer zaguero contra México) y se la jugó por el fútbol ofensivo y el gran momento de Enzo Fernández, quien asistió a Julián Alvarez en la jugada del segundo gol. Scaloni volvió sobre sus pasos al sacar a Lautaro Martínez, su 9 titular, y le dio el puesto a Alvarez, quien la rompe en las prácticas con su juego tan vertical como vertiginoso.
La jugada del segundo gol pinta de cuerpo entero el pleno que metió Scaloni con sus dos cambios ofensivos: Enzo Fernández la recibió en el medio del área y tuvo la tranquilidad y la sapiencia para meter una asistencia precisa a Julián Álvarez, quien la paró y metió un un golazo a lo Enzo Fernández contra México: abrió el pie derecho y la metió en el ángulo superior izquierdo, en el golazo que selló el pasaje a la clasificación.
Scaloni le ratificó la confianza a Alexis Mac Allister como volante mixto por la izquierda y el jugador de Brighton le pagó con creces con el gol que abrió el camino. Como hizo en la victoria contra México, apenas el equipo abrió el marcador el técnico sacó a Di María, uno de sus mejores jugadores después de Messi, seguramente para cuidarlo, sobre todo en un Mundial donde los más grandes sufren más todavía el desgaste del maratón de jugar cada tres días.
Otro detalle que contempló Scaloni fue el cambio de Tagliafico por el Huevo Acuña, en parte porque el lateral izquierdo titular había sido amonestado y buscó minimizar el riesgo de sufrir una expulsión, aún en un partido que ganaba y ante un rival que no otorgaba demasiado margen para las sorpresas.
Así, en la tarde dorada del Estadio 974 de Doha, la selección venció de punta a punta a Polonia, un equipo descafeínado, como dicen los españoles, al que sólo le faltó golear luego de dilapidar una decena de llegadas claras, y se clasificó holgadamente a los octavos de final como primero del grupo C. Y detrás de esa gran actuación del equipo con algunos rendimientos individuales sobresalientes, la notable faena comenzó y se sustentó en una serie de decisiones inteligentes de Scaloni, quien por segunda vez en el Mundial acertó en el armado del equipo de Lionel.